El día nublado, frío e inestable, condijo con la profunda tristeza con la que se vivió el último adiós a Luis Bojcho, el adolescente de 16 años que después de diez días de estar internado tras sufrir un fatídico accidente mientras manipulaba un barril en la escuela.
Desde las 13 horas, más de cien vehículos llegaron al predio de la familia Bojcho para despedir al menor de sus seis hijos. Entre ellos, vecinos, familia, amigos, conocidos, docentes; y sus compañeros de la EPET 5, que llegaron en tres colectivos facilitados por la Municipalidad de Apóstoles.
Si bien la tristeza desbordaba los rostros, especialmente de los adolescentes compañeros de Luis; en diálogo con PRIMERA EDICIÓN un grupo de ellos comentó entre lágrimas que “era una excelente persona, un chico que no tenía problema con nadie, se ve que Dios necesitaba un ángel sino no hay otra explicación”.
Justamente esa cualidad, de no tener problemas para nada, fue lo que lo condujo al accidente que le costó la vida, ya que, según narró Micaela, una de sus primas, el muchacho ni siquiera entraba a la estudiantina, simplemente le estaba ayudando a uno de sus compañeros a armar una chancha.
Más tarde, a eso de las 15.30 horas llegó el sacerdote del pueblo quien ofició una misa para los presentes. “Hoy todos lamentamos, lloramos y no entendemos la pérdida de Luis, pero más adelante tendremos las explicaciones de todo y hoy hay una fiesta en el cielo porque él está allá”, expresó, mientras como si estuviera orquestado, se largó a llover.
Finalmente, a eso de las 18 horas trasladaron el cuerpo del joven al cementerio de Azara, el único de la localidad, a tan sólo unos metros de la vivienda de los Bojcho y de la entrada de la localidad.
“Quería dedicarse al campo como sus padres”
Su gran carisma fue algo que quedó muy claro en la despedida, sobre todo por sus amigos y compañeros que no disimulaban su desconsuelo. Para eso fue fundamental el rol de los docentes de la EPET 5 que en todo momento estuvieron acompañando y consolando a los alumnos.
En ese marco, una de las cualidades que muchos destacaron de Luis era su tranquilidad. “Era un chico muy afable, quería terminar la secundaria y dedicarse a trabajar en el campo como su familia”, detalló una prima. Una decisión que sus padres, Carmen y Casimiro, apoyaban ya que la mayoría de sus hermanos son técnicos recibidos en la EPET 5 y trabajan en labores relacionadas al campo.
Por su parte, la lamentable pérdida cambió el rumbo de la participación de la EPET 5 en la estudiantina. Si bien, en diálogo con este Diario, los compañeros del adolescente afirmaron que no saben qué pasará, admitieron que con lo sucedido no creen que el evento estudiantil cuente con la presencia de la institución, incluso, no creen que salga la estudiantina en dicha localidad.