Casi tres meses (87 días) transcurrieron de su última vinculación y sospecha a un hecho delictivo. El sábado 18 de junio por la tarde lo vieron e identificaron en el ataque a balazos a una vivienda en el barrio Néstor Kirchner, zona sur de la capital misionera. Los disparos fueron contra la propiedad de un presunto cómplice abatido por un sereno en un intento de asaltar una fábrica de placas de madera en Dos de Mayo en febrero, también de este año.
Ayer martes en el barrio Paraná en Ituzaingó, una patrulla de la Unidad Regional VI de la Policía de Corrientes lo persiguió y logró detenerlo luego de un raid a alta velocidad. Ramón Alberto Muñoz (44) buscó huir a pie luego de abandonar su camioneta Fiat Toro, pero el préstamo de suerte parece que se le agotó esta vez y fue atrapado.
Lo acompañaban en el vehículo dos efectivos de la Policía de Misiones, quienes fueron demorados porque no poseían pedido de detención pero deberán ofrecer una coartada sólida para justificar qué hacían junto al buscado obereño con pedidos de detención en Puerto Rico, y declarado en rebeldía por no cumplir con tres citaciones a juicio oral en el Tribunal Penal 2 de Posadas, en una causa imputado por “robo calificado y lesiones”.
El procedimiento se concretó en el barrio Paraná, donde Muñoz habría adquirido en efectivo una cabaña denominada “La Tota”, calle Ferré casi avenida Félix de Azara.
Pero también compró una vivienda en las inmediaciones con muro perimetral de ladrillos y que habría utilizado para guardar todo lo que no quería mostrar y que se relaciona con sus supuestas “habilidades”, los robo escruche a propiedades y “reventar” cajas fuertes.
Los policías correntinos lo seguían de cerca pero no sospechaban que se trataba de un obereño de 47 años con antecedentes penales diversos y una llamativa habilidad para escapar de la represión de la ley.
Los pesquisas de la Unidad Regional VI, lo rastreaban por al menos un robo millonario a un comercio en Ituzaingó. Cuando lo identificaron se sorprendieron por la lista de delitos con su nombre como protagonista, pero también cuando cotejaron la identidad de quienes lo acompañaban. Dos efectivos de la Policía misionera, un hombre y una mujer, ambos con prestación de servicio en Posadas, viajaban a bordo de la Fiat Toro negra, además de una niña de 3 años, hija de Muñoz. Al menos hasta la noche de ayer, los policías continuaban demorados.
De inmediato los investigadores correntinos se notificaron que el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, de Posadas, emitió en junio la orden de detención para Ramón Muñoz, por su presunta participación en el delito de “lesiones con arma de fuego”.
Muñoz estaba prófugo de la Justicia por causas penales desde 2016. En junio, según denunció la víctima, se presentó armado y le disparó dos veces, en una rodilla y en el tobillo izquierdo.
El herido tiene 38 años y es una de las personas que declaró por lo sucedido en Dos de Mayo durante la madrugada del martes 22 de febrero en que cayó baleado Leandro Aníbal Andino de 30 años.
Pero Muñoz desde 2001 registra antecedentes y durante los últimos días de 2021 y primeros dos meses de 2022 resuena en cada sospecha de golpe cometido contra empresas o fábricas del interior misionero.
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Con la modalidad de romper puertas, sorprender a cuidadores y reducirlos a golpes y punta de armas de fuego para abrir cajas fuertes y escapar con millonarios botines se lo destaca desde 2019 con el atraco a la firma de almidón de mandioca de Gobernador Roca.
No sólo es “destacado” por delitos contra la propiedad, acarrea imputaciones entre 2014 y 2015 sendos abusos sexuales a menores de edad, una de ellas la hermana de su expareja. Entre sus últimos golpes, es buscado por un robo millonario a un empresario de Garupá, familiar directo de un funcionario judicial.
El 6 de abril de este año, Leonardo Manuel Balanda Gómez, juez de Instrucción de Puerto Rico lo citó a indagatoria por el robo de 65 mil dólares y joyas a un empresario de Garuhapé. No se presentó y su abogado habría presentado un escrito remarcando que no se presentaba porque debía concurrir al juicio ante el Tribunal Penal 2 por robo y lesiones a un constructor posadeño en 2016.
Pero no habría anunciado que este debate estaba suspendido por la demora, por fuerza mayor y agenda, en otro juicio oral que se desarrollaba en el TP-1 de Posadas y del que uno de los camaristas debía subrogar la conformación del TP-2.