La obra de remplazo de cañerías del sistema del acueducto sobre el arroyo Bonito concluyó, por lo que paulatinamente se normaliza el servicio de agua potable en Oberá.
“Las pruebas realizadas ayer (martes) fueron todas favorables, no hubo ninguna pérdida de agua. Las presiones llegaron a sus valores nominales y como no hubo necesidad de apagar el bombeo para hacer ningún tipo de ajuste, se dio la orden para que se potabilice el agua que ingresaba, se llenaron las reservas y a la tarde se habilitaron todos los sectores. Por lo que en las próximas horas se va a normalizar todo”, anunció Edgar Oliveira, gerente de Agua Potable de la Cooperativa Eléctrica Limitada Oberá (CELO).
“La idea es que funcione sin inconvenientes por muchos años”, afirmó el profesional.
Sobre el apoyo de distribución de agua a sectores de la ciudad que padecieron los cortes, el responsable del área de la cooperativa indicó que “el camión del EPRAC estuvo trabajando durante todos los días para llevar agua a los socios afectados, y la distribución que realiza la Municipalidad en los lugares donde no hay red fue normal”.
El arroyo Ramón ¿no va más?
Por otra parte, Oliveira recordó que el acueducto del arroyo Ramón está por cumplir 50 años de funcionamiento y “está ya fuera del horizonte de diseño, así que el trabajo que debemos hacer es proyectar redes nuevas y remplazo de materiales para extender su vida útil. Es nuestra responsabilidad hacer los proyectos y después ver de qué manera se puede sustentar económicamente”.
La buena noticia es que “por ahora el acueducto del Bonito tiene para veinte años, por lo que tiene una capacidad para abastecer a la ciudad por buen tiempo. En números reales estamos utilizando un tercio de lo disponible, está pensado para una demanda mayor, tenemos margen”, remarcó.