Una joven pareja de docentes, después de atravesar distintas circunstancias decidió ir a vivir de la chacra y comenzar a producir flores de corte y verduras orgánicas. Luego de adquirir conocimientos con colegas y pares, Valeria Kikirnik y Cristian Lukasiewicz González, invirtieron, sembraron y ya están cosechando los resultados que les brindan, en esta temporada, las fresias.
Buscar nuevas alternativas
La historia de estos floricultores, que tienen dos niñas Emily y Yoselin, comenzó a partir de la búsqueda de crecer y producir ingresos para vivir, en un momento donde la docencia no les brindaba las mismas oportunidades. “Nosotros cuando nos recibimos con mi señora, ella es profesora de matemáticas y yo de historia, no conseguíamos horas. Luego mi señora comenzó con una suplencia en Puerto Iguazú y nos fuimos a vivir para allá, terminó ese período, vino la pandemia y nos tuvimos que volver a nuestra zona (Aristóbulo). Primero estábamos viviendo en el pueblo y después mi suegro nos ofreció si queríamos ir a vivir a la chacra”, relató Cristian a PRIMERA EDICIÓN.
Luego de esa propuesta, analizaron la situación y decidieron ir a probar la vida fuera de la ciudad. “Además, contamos con un tío en Buenos Aires que se dedica a este tema de las flores de corte, hace unos 10 años. Él siempre me decía si no quería probar en Misiones arrancar con esto y sólo respondíamos vamos a ver, en algún momento puede ser. Y un día empezamos, porque no teníamos horas (en la docencia), nos fuimos a vivir a la chacra y por esas circunstancias de la vida, dijimos vamos a probar”, detalló Cristian sobre el inicio de su emprendimiento, que en la actualidad es el sostén económico de su familia y con el que tienen proyectos de seguir creciendo.
La chacra donde viven y llevan adelante su emprendimiento, queda en el límite de los municipios de Campo Grande y Aristóbulo. Vienen todos los martes a entregar su producción a Posadas, que es donde están comercializando todo lo que tienen semanalmente de stock.
“Primero adecuamos todo, construimos el invernáculo e hicimos los almácigos y comenzamos a sembrar en abril, el 6 fue la primera tanda, del 2022. Somos recientes”, explicó el joven emprendedor, aunque aclaró que antes de comenzar con la floricultura realizaron un estudio de mercado, para conocer sobre los rindes, las ventas y otras cuestiones que los tenían preocupados.
Compartir conocimiento
A partir de una recomendación, se pusieron en contacto con una florería de Posadas a cargo de Patricia Caramuto, “quien me dijo, yo te voy a ayudar en todo lo que pueda y cuando vos produzcas las flores, te voy a comprar todo. Es mi sueño que crezca en Misiones la producción de flores. Me afirmó e incentivo a la vez, apenas habíamos plantado las primeras fresias”, contó Cristian.
Si bien ya está por terminar el tiempo de las fresias, todo lo que poseen en stock lo están comercializando. Hasta ahora tienen dos invernáculos de 2 metros por 8 metros de ancho, donde se encuentran los canteros que son de 80 centímetros por 18 metros de largo, que llevan un tejido especial, para favorecer el crecimiento de las distintas especies que allí cultivan.
De acuerdo con los comentarios del emprendedor, todo lo que invirtieron hasta ahora, “se recupera con lo que produce un solo cantero, donde por ejemplo de las fresias, se sacan 100 paquetes, que se conforman por 24 varas cada uno de ellos”.
“Ahora comenzamos con otras, porque esto va por temporadas. Y, de esta manera, se va haciendo la cadena”, precisó y adelantó que las próximas flores serán los girasoles, gerberas y otras más.
Además de las flores, la familia también se dedica a producir verduras orgánicas, que comercializa en la Feria Franca de Aristóbulo. Amén de tomar el ejemplo de sus parientes, también fueron tomando cursos y se interiorizaron gracias a la experiencia de otro productor de flores de corte de la provincia, que tiene su vivero en Garuhapé. “Julio Yamada tiene flores de corte y nos facilitó muchas cosas. Además, estamos cursando la tecnicatura en floricultura en el Procaypa de Capioví”, resaltó.
Agregó que “Misiones posee un clima especial para la producción de flores, que debemos aprovechar más porque no hay muchos que estén en este rubro”, aseguró.
Cristian, más allá de resaltar la importancia de la capacitación también explicó que “dedicarse a esto no es tan forzoso. Lo que invertimos ahora, nos durará unos 6 años y luego hay que sumar la mano de obra, pero nosotros vendiendo un cantero, que nos dio 100 paquetes, recuperamos la inversión”, insistió. Entre los detalles que compartió, Cristian dijo que las flores de corte que están produciendo “perduran” bastante tiempo. “Incluso sin dejarlas en el frío., aguantan unas dos semanas en los floreros”, aseguró.