Un gendarme misionero que fue asignado en el Escuadrón 20 de Orán, encargado de custodiar las fronteras, especialmente del narcotráfico, fue acusado y ratificada su detención por haber sido encontrado con poco más de tres kilos de cocaína adentro de su automóvil. La imputación fue por el delito de “transporte de estupefacientes agravado por ser cometido por un integrante de una fuerza de seguridad” abocada a la prevención del narcotráfico.
La acusación fue impulsada por la Sede Fiscal Descentralizada de Tartagal y se formalizó ante la jueza federal de Garantías de esa ciudad salteña, Ivana Hernández, quien convalidó la imputación y determinó la prisión preventiva.
En la audiencia de formalización de la investigación, el fiscal federal Marcos Romero informó que la detención de Omar De Lima Vianna (29), fue resultado de una investigación llevada adelante con personal de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales de Orán.
Romero sostuvo que todo se inició a raíz de una denuncia anónima, a través de la cual se aportaron datos respecto a la participación del gendarme imputado en actividades de narcotráfico. En vista de ello, y bajo la dirección del auxiliar fiscal Rafael Lamas, se iniciaron tareas de campo e inteligencia criminal.
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El fiscal narró que el miércoles por la mañana se observó al gendarme salir de su vivienda con un bolso negro y una cubierta para ascender a un vehículo Volkswagen Vento, en el cual se dirigió a una gomería ubicada en la avenida Constituyente y calle Aconquija, en esa misma ciudad.
Agregó que, el imputado abandonó el taller y circuló por inmediaciones del barrio 20 Viviendas, para luego dirigirse a la localidad de Colonia Santa Rosa, distante a 55 kilómetros.
En ese lugar ya se encontraba otro grupo de investigadores con el dato que el gendarme haría una entrega de droga.
En Santa Rosa el imputado fue visualizado al volante del Vento en una calle que conduce al cementerio, donde debía encontrarse con otras personas que viajaban en un automóvil Renault Sandero, que también apareció en escena.
Metros antes de que ambos autos se detuvieran, los ocupantes del Renault Sandero se percataron de la presencia del personal de civil de la Gendarmería Nacional, por lo que se dieron a la fuga.
En esa circunstancia fue interceptado De Lima Vianna, quien hasta ese momento no había visto a los investigadores.
Los fiscales añadieron que, cuando vio a sus colegas acercarse, el imputado puso reversa e impactó con el móvil que lo perseguía para insistir con la fuga, e incluso exhibió un arma de fuego de manera intimidatoria.
Siempre de acuerdo al relato de los agentes fiscales, De Lima pretendía huir en su automóvil pero los investigadores realizaron disparos de posta de goma, con lo cual se logró evitar el escape. El imputado frenó y fue reducido de inmediato.
Luego se determinó que el arma que había esgrimido era una réplica de plástico, un juguete. Se constató luego la existencia de tres paquetes en un bolso en el asiento del acompañante que contenían droga.
En el procedimiento también secuestraron dos teléfonos celulares y se prestó inmediata asistencia médica al imputado que presentaba leves lesiones en el ojo derecho por las esquirlas desprendidas del vidrio de la ventanilla del rodado.
Romero pidió la prisión preventiva por el peligro de fuga en zona de frontera y de entorpecimiento de la investigación penal. La jueza coincidió con los pedidos del fiscal y el misionero seguirá detenido.