Durante octubre y noviembre de cada año está suspendida la cosecha y secanza de yerba mate (Resolución de 37/2007 del Instituto Nacional de la Yerba Mate) y, luego, desde diciembre hasta marzo, las tareas se retoman normalmente aunque con ciertos recaudos porque se trata de un período donde se dan las condiciones ambientales óptimas para la regeneración de hojas y ramas de cada una de las plantas.
Dicho de otra manera, los expertos aconsejan no tocar la planta de yerba mate durante octubre y noviembre y luego, si la decisión es cosechar, hacerlo de manera cuidadosa para de esta forma conservar los brotes más tiernos.
Aspectos técnicos
Para conocer con más profundidad la importancia de estas medidas se describen a continuación aspectos técnicos de la planta y de la secanza de yerba mate:
• Respecto a la planta: en condiciones normales de suelo, emite brotación abundante cuando se dan parámetros de temperatura, humedad ambiente y foto luminosidad. Estos tres aspectos se presentan a partir de octubre y continúan hasta abril aproximadamente, con períodos de mayor o menor intensidad.
Esta etapa genera una actividad de movimiento de savia extraordinaria desde las raíces a los puntos de brotación, tornándose las ramas y hojas tiernas, en tejidos de abundante masa líquida que pueden ser destruidos fácilmente por acción de las altas temperaturas de los secaderos.
• Daño potencial: la eliminación de estas ramas y hojas tiernas, acarrea un perjuicio a la planta, desde el punto de vista fisiológico, al cortarse abruptamente el ciclo natural de gestación de nuevas hojas y ramas, que repercute en una irregular brotación a futuro y daños irreversibles en la estructura de la planta. Desde el punto de vista financiero, lo que se extrae en forma incipiente es la futura cosecha de hojas del próximo año.
• Respecto a la yerba mate canchada: la yerba mate canchada es un producto heterogéneo, compuesto por hojas, palos deshidratados y polvo, el cual debe tener parámetros de color, humedad, aroma y sabor adecuados.
La deshidratación en el secadero de hojas con distintos grados de maduración, provoca la aparición en la yerba canchada de tejidos quemados conocidos como “puntos negros”, que producen un desmejoramiento en la calidad del producto desde el punto de vista del color, sabor y aroma.
Desde el punto de vista financiero, el porcentaje de rendimiento de los secaderos (conversión de verde a seco), disminuye en forma notable al perderse como vapor, gran parte del material verde brotado.