“El trabajador está cerrando un año con mucha pérdida en su salario”, opinó Héctor Benigno Gómez, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) Andrés Guacurarí y del Centro de Empleados de Comercio de Posadas. A su tiempo, Milcíades Giménez, el secretario general de la CGT Regional Misiones, dijo que la situación actual “es preocupante y complicada porque con el comportamiento de la economía en el país, los salarios han quedado licuados”.
En la actualidad son varios los gremios que están en plena negociación paritaria, algunos ya lograron cerrar los acuerdos y otros siguen con las tratativas. Incluso, algunos pretenden acordar paritarias por encima del 100% con la idea de “empatar” con la inflación.
PRIMERA EDICIÓN habló con los dirigentes de ambas CGT, quienes hicieron un análisis sobre cómo está el trabajador argentino, cuáles son los puntos en los que se debe enfocar el Gobierno nacional para cambiar esta realidad, teniendo en cuenta este contexto inflacionario. Además, aprovecharon para hablar sobre el Día de la Lealtad.
Gómez, de la CGT Andrés Guacurarí, advirtió que “el trabajador está cerrando un año con mucha pérdida en su salario porque todas las paritarias que se van cerrando -inmediatamente- son absorbidas por la inflación, es una constante”.
Apuntó que “hoy en día, el trabajador ya no llega a 15 días, le cuesta cumplir con su jornada diaria sin importar el medio en que se mueva: transporte público, moto o auto. Todo esto le genera una gran angustia al trabajador porque no sabemos ni dónde estamos parados ni qué puede pasar mañana”.
“Hoy no se puede marcar un porcentaje que esté acorde o que tenga un sustento para que el trabajador esté mínimamente tranquilo y que pueda cumplir con los gastos que tiene en el hogar”, agregó en relación a los aumentos salariales y acuerdos paritarios.
Consideró que “durante estos meses hay que ver, independientemente de las paritarias que se están cerrando, qué se va a discutir hacia adelante. Se debe tener en cuenta que todo lo que se cierra es en cuotas y supera el 2022, es decir que ya pasamos a enero, febrero y marzo de 2023; además hay que discutir por un bono de fin de año, eso seguro que Comercio lo hará”.
En este punto, comparó que “Misiones tiene una particularidad porque el Gobierno provincial colabora mucho a través de los programas Ahora, colabora con las empresas para que éstas puedan sostener el trabajo, que es la prioridad número uno. Pero, el Gobierno nacional debe resolver inmediatamente la situación inflacionaria”.
En consecuencia, lamentó que “se está ocupando del dólar y de la gente que vive de esa moneda, el trabajador no vive del dólar. El dólar es para una clase social media alta, para el trabajador el Gobierno debe resolver el tema del salario”.
Gómez indicó que “primero se debe parar la inflación y, en segundo lugar se debe sincerar el salario mínimo, vital y móvil. Y después que cada actividad discuta el básico que debe tener cada trabajador. Pero, lo que sucede hoy es que todo acuerdo que se logra enseguida queda devorado por la inflación”.
Advirtió que “no tenemos que hacer una competencia con las actividades de quién cierra la mejor paritaria, sino que tiene que haber un modelo de salario”.
Opinó que “hay que poner en funcionamiento la CGT y tiene que ser sin ideología partidaria, debe pensar en los trabajadores con relación de dependencia, los que no cuentan con su fuente de trabajo y los jubilados. Además, el salario que se acuerde debe servir para el consumo y cubrir las necesidades mínimas. La CGT de orden nacional tiene que trabajar en esa línea”.
“El capital es muy mezquino”
Giménez de la CGT Regional Misiones, apuntó que “es preocupante y complicada la situación porque con el comportamiento de la economía en el país, los salarios han quedado licuados y estamos pidiendo la reapertura de paritarias. Pero, siempre el capital es muy mezquino”.
Subrayó que “el salario está totalmente licuado, todas las cosas suben”. Además, deslizó que “los formadores de precios nos destrozan y también subió el combustible”. Enfatizó que “con la economía como está hoy es imposible cerrar un acuerdo, porque hoy vale 10, mañana 30 y pasado 50”.
Manifestó que “para que termine el problema con el movimiento obrero, los aumentos y particularmente la suba de combustible tienen que ser directamente proporcionales a la suba del salario y así se va a terminar el problema con los sindicatos y las organizaciones gremiales”.
También expresó que se debe trabajar en la problemática de los espacios laborales. “Se debe pensar qué hacer con estas personas que se quedan sin su espacio laboral y se van a otro país”, comentó.
En tanto, el dirigente gremial señaló que muchas veces los trabajadores o las organizaciones gremiales son vistos como los malos de la película. “Para eso hay gobernantes nacionales y provinciales, son ellos los que tienen que poner el equilibrio y el consenso entre capital y trabajo, darle el salario como corresponde a los trabajadores y no que sean estos los que tengan que correr atrás de la zanahoria por un aumento”, aseveró
Además, Giménez mencionó que “no es el problema de los trabajadores sino que el problema es de quienes gobiernan. (Los trabajadores) siempre estamos cediendo, siempre estamos resignando a la justicia social de la familia. Esto es algo colectivo, es decir que todos debemos poner nuestro granito para estar un poquito mejor”.
Por último, remarcó que “necesitamos trabajar por la paz social y ésta se logra colectivamente, con un Gobierno y con una política equilibrada y con beneficios colectivos para todos”.