Hallaron los cadáveres de un hombre y una mujer y por los primeros indicios en la escena, se trataría de un hecho de “femicidio seguido de suicidio”. Ocurrió durante la madrugada de este jueves en una vivienda del barrio Yacyretá tras un festejo de cumpleaños. Las víctimas fueron identificadas como Ricardo Cardozo (69) y Dora Samaniego (79) y ambos tenían lesiones de arma de fuego.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que en la chacra 94, calle 92 casi 72, solicitaron presencia policial alrededor de las 1.30 porque hallaron a una mujer con dos disparo de arma de fuego a la altura del pecho y en otra habitación, al supuesto femicida quien se habría quitado la vida con el mismo revólver y de un disparo en la cabeza.
Del hecho fue testigo un familiar de la mujer que había llegado desde Buenos Aires para celebrar un cumpleaños y se alojaba atrás de las habitaciones principales, en una especie de extensión de la propiedad.
Los fallecidos convivían en esa vivienda aunque al parecer no tenían una relación de pareja pero horas antes habían tenido un festejo de cumpleaños, aparentemente de la mujer. Efectivos de la comisaría Sexta arribaron al lugar con uniformados de la Policía Científica quienes realizaron las primeras pericias.
El cuerpo de Samaniego tenía dos heridas graves, una a la altura del pecho región frontal y la otra en la región izquierda mientras que Cardozo tenía dos orificios en la cabeza que serían compatibles con un mismo disparo, con ingreso por la parte derecha y salida en la región lateral izquierda respectivamente.
Se conocerán mayores precisiones cuando los cuerpos sean sometidos a las correspondientes autopsias, a practicarse durante las próximas horas en la morgue judicial.
En la escena, los investigadores secuestraron un revólver calibre 32 largo, presunta arma utilizada y de acuerdo a testimonios de vecinos, se escucharon al menos tres o cuatros detonaciones. También incautaron dos teléfonos celulares que serán peritados por efectivos de Cibercrimen para determinar si en ellos hay alguna pista que indique el o los motivos del fatal desenlace.
El lugar quedó al resguardo de una patrulla del comando por disposición del juez de Instrucción 7 Miguel Mattos, quien interviene en la causa y dispondrá la entrega de los cuerpos a familiares una vez concluidos los trámites de rigor.
El juzgado de turno aguarda los resultados de las autopsias y otras medidas dispuestas para esclarecer el hecho, como el estudio indiciario de guantelete de parafina a las manos de Cardozo.
“Me pidió que le hiciera la torta”
Teresa Báez es hija de Dora Samaniego. Tiene 61 años y también nació en Paraguay como su madre, se nacionalizó argentina y hoy trabaja y tiene domicilio en suelo bonaerense. Ayer se convirtió en la testigo clave de la tragedia en la casa de su progenitora, pocas horas después de compartir el día de su cumpleaños.
“Vine ayer a la casa de mi madre porque era el cumpleaños. La semana pasada ya habíamos llegado con mi esposo pero después nos fuimos a Paraguay unos días y regresamos el lunes, porque mi mamá me pidió que le hiciera una torta para festejar su cumpleaños ayer (miércoles). Hoy ya nos íbamos para Buenos Aires”.
La mujer con residencia en José C. Paz relató a varios medios locales las circunstancias del ataque: “Con mi pareja estábamos en un galponcito del fondo, ahí teníamos armado para dormir porque adentro de la casa en piezas separadas dormían mi madre y Ricardo. Ya no dormían juntos porque él padecía de problemas en los huesos. No llevaban ya una relación normal hace mucho tiempo”.
Agregó que “la ventana de la pieza de ella apunta hacia el galpón y escuché que ella me llamó dos veces. Me desperté de golpe y senté en la cama, ahí lo vi a Ricardo con el arma en la mano que entró en la pieza y escuché un tiro. Le grité desesperada y no me respondió, ni me miró, volvió a dispararle ya tendida sobre la cama. Después salió y se fue a su pieza y ahí escuché el otro tiro, pero no lo vi a él dispararse, se metió en su habitación”.
“Yo no sabía qué hacer, le dije a mi pareja que Ricardo la había matado a mi madre. Esto habrá ocurrido a las 1.20 porque a las 1.30 llamé al 911. No podía entrar a la casa porque estaba cerrada, fue la policía la que pudo entrar”, resumió Báez.