Con la presencia de más de 100 docentes de la provincia, ayer miércoles se llevó a cabo de forma virtual la charla “Transformar la Secundaria Misionera”, una propuesta del Ministerio de Educación en la que disertó Alicia Camilloni, docente declarada emérita por la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA).
La renombrada profesora, que estuvo en oportunidades anteriores dando clases en la Facultad de Ingeniería y de Arte y Diseño de Oberá, presentó un tema que está en el centro del debate educativo, especialmente por la gran cantidad de casos de violencia y bullying: “Educar en Valores”.
¿Una responsabilidad de la escuela?
Una de las cuestiones que problematizó Camilloni es si la escuela es responsable de educar en valores o si eso es algo que le corresponde a la familia y a la sociedad. Esto ya que existe una corriente de educadores e instituciones que sostienen que la escuela debe limitarse a enseñar las disciplinas (lengua y matemática entre otras).
Ante eso, la especialista comenzó su charla recordando que décadas atrás había asignaturas específicas denominadas “educación en moral” y “educación en carácter”: que estaban orientadas a enseñar principios, normas, “conductas deseables” mediante un esquema de premios y castigos, fábulas con moralejas, la conducta ejemplar de los maestros o mediante mandamientos religiosos; pero que se fueron olvidando con el tiempo.
Es así que identificó que en la educación hay dos corrientes muy marcadas en cuanto a la enseñanza de valores: por un lado están los que piensan que hay que agregar en la currícula una asignatura especial donde se enseñe valores; y por otro lado los que piensan que no hace falta una asignatura específica porque los valores deben estar implícitos en toda la formación escolar.
Por otro lado, la docente analizó cuál es el rol de los docentes: ante las situaciones áulicas ¿estos deben mantenerse neutrales o deben fijar un posicionamiento? Esa y otras preguntas desembocaron en la conclusión que “la educación en valores es central para la escuela y esta no puede ignorar su responsabilidad a la hora de enseñarlos”, explicó Camilloni. Sobre todo porque, según la especialista, esto forma parte de la educación emocional de los alumnos.
Asimismo, indicó que “el docente puede mantenerse neutral siempre y cuando no se pongan en juego valores universales que son esas reglas de oro”.
Para ejemplificar eso mencionó los casos de bullying, de discriminación, de violencia en contextos escolares donde el docente inequívocamente debe sentar postura frente a sus alumnos.