A poco más de un mes que se le notificara la prisión preventiva al joven de 20 años y se resolviera la liberación de otros dos sospechosos, fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que, durante los últimos días, desde la fiscalía de Instrucción de San Pedro, a cargo de Francisco Javier Insfrán, solicitaron cambio de calificación en la causa por el homicidio del almacenero Francisco Ávila (50) ocurrido en paraje Dos Hermanas cuando no quiso fiar bebidas a tres muchachos.
“Homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego y tenencia ilegal de arma de guerra”, en concurso real, el pedido de la fiscalía a quien le corrieron vista días atrás el expediente para la opinión respecto al requerimiento de elevación a juicio, muy próximo a concretarse.
Las mismas fuentes revelaron que Insfrán solicitó que se realicen las pericias balísticas correspondientes con el arma secuestrada en las detenciones y que se cotejen con el plomo extraído del cuerpo de la víctima. Se trata de una especie de pistolón “tumbero” confeccionado de manera casera con caño largo y calibre 22 milímetros, con el cual atacaron a tiros al comerciante porque no quiso vender bebidas fiadas anotadas. En este contexto, se llevará a cabo durante los próximos días la ampliación de audiencia indagatoria para el único detenido, se abstenga o no de declarar y sea notificado de la prisión preventiva con la carátula actualizada.
Días después del hecho, los investigadores detuvieron a dos hermanos y también a un conocido de ambos, como los sospechosos. Finalmente, dos de ellos quedaron en libertad el 16 de septiembre de 2022 cuando el juez de San Pedro, Ariel Belda Palomar, con los plazos al límite resolvía la prisión preventiva del ahora único sospechoso.
El hecho
El miércoles 8 de septiembre, alrededor de las 17.30, tres jóvenes fueron a pedir a Ávila que le vendiera bebidas anotadas y como la víctima no accedió a este pedido, los jóvenes regresaron y tras mantener una fuerte discusión lo atacaron. El comerciante resultó con al menos dos heridas compatibles con un arma de fuego. Una vez que se hicieron las pericias correspondientes, se supo que las lesiones correspondían a un disparo con orificio de entrada y salida, compatibles con un calibre 22 milímetros.
Con los sospechosos en la mira, el magistrado que entiende en la causa, dispuso allanamientos en las viviendas de los mismos. En la vivienda del padre de dos de los muchachos supuestamente involucrados se desplegó uno de los operativos encabezados por efectivos de la Dirección Homicidios y de la Unidad Regional XII.
Fue el progenitor de los hermanos, un hombre de 45 años, quien dispuso que se entregaran sus hijos. También de manera voluntaria ofreció un pistolón de aire comprimido modificado para disparar balas calibre 22, presunto elemento utilizado en el ataque fatal.