Desde su apertura, la Escuela Secundaria de Innovación registró numeras consultas para la incorporación de estudiantes. En este tiempo, dieron prioridad a los chicos del barrio y ahora incrementarán el número de alumnos, con 100 ingresantes para el ciclo lectivo 2023.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el director de la Escuela, Ramiro Aranda, contó que “en el año 2019 comenzamos con primero y segundo año en el ciclo básico. Este año tendremos la primera promoción en el bachillerato orientado en Informática, con una especialidad en Robótica”.
Al inicio de este proyecto pedagógico, recordó que “todos estaban muy atentos a ver qué ocurría y después de ese primer año tuvimos un boom de inscripciones y familias que pidieron ingresar a la escuela”.
Compartió que, en el requerimiento actual, “para el próximo año tendremos 100 ingresantes y esto nos pone muy contentos por la alta demanda de esta escuela pública”.
En esta concurrencia, “iniciamos con los chicos del barrio y a partir de esto, abrimos el ingreso y ahora están viniendo de distintos sectores de Posadas”, agregó.
En esta demanda en aumento, aseguró que “llegaron hasta de otras provincias, pero priorizamos lugares para Posadas, Garupá y los misioneros de zonas aledañas”.
Aranda detalló que actualmente “tenemos aproximadamente 200 estudiantes, con una alta demanda, ya que este año tuvimos unos 400 aspirantes a ingreso y todos los años recibimos alrededor de mil consultas para inscripción”.
En estos años, “en un primer momento se priorizó a los que vivían cerca de la escuela, como barrio Santa Rosa, San Jorge, San José Obrero, barrio Kennedy y Parque Adam. Ahora, tenemos un poco más de capacidad para que ingresen un poco más de estudiantes, de familias que habitan un poco más lejos”.
En este proceso, además, afirmó que “acompañaron distintas leyes de la provincia, las cuales dieron el marco a esta escuela. Actualmente, tenemos una ley de educación disruptiva, otra emocional y un proyecto de guardianes ambientales, para la enseñanza del cuidado del medio ambiente en las escuelas”.
Asimismo, aseguró que se sumaron “distintas experiencias de innovación educativa que existían en la provincia. En otras escuelas, ya había docentes disruptivos, pero en esta escuela tomamos como política institucional innovar en todos los aspectos”.
Aranda aclaró que “la innovación no pasa sólo por la aplicación de tecnología, sino desde lo pedagógico: el rol del docente y del estudiante. Lo que generamos es una escuela que desde primer año comiencen con proyectos de investigación e intervención sociocomunitaria, con una programación curricular diferente en todos los años. Esto implica un trabajo interdisciplinar, con otro espacio curricular”.
Además, implementamos módulos de aprendizaje integrados, con clubes, campus y comenzar a pensar una manera diferente de trabajar las clases con STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas); con flipped learning, el aprendizaje basado en proyectos (ABP), el aprendizaje basado en objetos (ABO). Con metodologías de vanguardia, contamos con estrategias para una escuela diferente”.
Durante el 2020 accedieron a su edificio nuevo, justo en el momento de la pandemia de coronavirus: “En ese momento, como pasó en todo el mundo, no logramos sacar tanto provecho, pero en 2021 arrancamos con el uso pleno del edificio sustentable”, relató.