Investigadores hallaron un nido activo de Águila Viuda en Misiones “confirma el óptimo grado de conservación de la selva en el Sistema de Áreas Naturales Protegidas”. Así lo dejaron saber el técnico en Conservación y Manejo de la biodiversidad, Manuel Encabo, y el investigador del CONICET, doctor Facundo Barbar, quienes hicieron en Misiones un hallazgo superlativo.
Se trata de un nido activo de Águila Viuda (Spizaetus melanoleucus), lo que da cuenta de un ecosistema sano, con óptimo grado de conservación. Según detallaron “esta ave rapaz es el equivalente ecológico al yaguareté, se trata de uno de los llamados depredadores tope, porque están en la cima de la cadena alimenticia”.
El registro hecho por los investigadores ubicó a una hembra con su pichón en un nido ubicado en un área natural protegida de la zona centro de la provincia. El sitio exacto se mantiene en reserva para preservar a los ejemplares, de los que se conoce poco.
Encabo compartió su experiencia en el Proyecto Águilas Crestadas Argentinas (PACA), de la Fundación Cabureí. “Esto nació en 2017, pero nosotros hace casi 20 años trabajamos con aves rapaces”, comentó este profesional que se desempeña en un centro de rescate de fauna silvestre de Buenos Aires.
Las águilas bajo estudio se distribuyen en Argentina en las Yungas (Noroeste) y Misiones. “Nos propusimos hacer diferentes puntos de censo justamente para un trabajo de presencia-ausencia de estas aves. En 2018 y 2019, hicimos las primeras campañas, luego presentamos un informe, disponible para toda la gente que quiera acceder”, detalló.
Encabo puntualizó que “en 2019 encontramos en un punto de censo un territorio de Misiones donde se daba algo particular: había dos parejas de Águila Viuda. Verlas juntas, con un comportamiento territorial, es algo que nos dio indicios de que había algo más”. Sin embargo, la pandemia frenó el trabajo de campo.
Recién en 2021 encontraron “una plataforma (nido), pero no pudimos identificar la especie. Sin embargo, este año con un dron accedemos a la confirmación de la especie y al evento de nidificación activo”.
En el nido activo había una hembra y su pichón. “Son depredadores tope. Las rapaces son cazadoras. Están en áreas donde el ambiente está lo más conservado posible.
Estas especies son indicadores de un ecosistema en buen estado de salud. Necesitan un tipo de ambiente que le permita obtener los recursos necesarios para cumplir con su ciclo reproductivo correctamente. También presas y un territorio en buen estado para obtenerlas. Si no, no podría criar un pichón”, explicó. Encabo aseguró que la toma de imágenes es el paso final de un trabajo silencioso. “Es una tarea que lleva mucho diseño. Hay que armar un mapa de probabilidades, cultivar mucha paciencia”, sostuvo. Cabe destacar que casi cinco años les llevó dar con tan relevante hallazgo.
Arduo trabajo
Para el registro que finalmente obtuvieron en los últimos meses, hicieron siete campañas de 21 días. “La última vez que estuvimos en Misiones, de 19 días, llovieron diez y en la última jornada, con la asistencia de un dron, pudimos dar con el nido”, reveló.