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Condiciones de alojamiento, que se aceleren los procesos judiciales y que no se repitan los operativos de requisa violentos, sin órdenes judiciales y que los dejan “sin yerba para el mate”, volvieron a reclamar ayer detenidos en comisarías policiales.
Esta vez la revuelta se registró en la seccional Séptima de la Unidad Regional I en Villa Cabello con quema de colchones y un intento de fuga. Pero es el tercer incidente similar en una semana, los dos primeros fueron en la comisaría Quinta de Garupá.
Pasadas las 14.30 de ayer debieron ser alertados bomberos y equipos especiales del Grupo de Intervención Rápida porque las llamas y el monóxido de carbono avanzaban desde las celdas de la comisaría de la chacra 149 sobre la avenida Tambor de Tacuarí.
Alojados allí a disposición de la Justicia Penal prendieron el fuego entre gritos para que los trasladen o mejoren las condiciones básicas, que se alivie el hacinamiento principalmente.
En pocos minutos el operativo de contingencia sofocó el fuego y puso a resguardo a los detenidos, uno de ellos debió ser asistido por inhalación de humo.
De fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, se resaltó que la situación fue grave por el peligro que corrieron policías y detenidos, pero también porque tres de los involucrados intentaron fugarse y fueron atrapados a las corridas, incluso en la vía pública. Los alojados en esta seccional reclaman cambio de dependencia y celeridad porque todos tendrían causas penales abiertas sin imputación firme de la Justicia de Instrucción.
Chispazos
Tal como lo publicó ayer este Diario, las condiciones de alojamiento de detenidos en comisarías de la provincia despertó durante los últimos días fuertes reclamos por parte de los privados de la libertad.
Uno de los chispazos que caldeó la situación incluye a los policías designados para la tarea de custodia de los detenidos y los servicios generales de las seccionales. Durante los últimos días se realizaron requisas sorpresivas ordenadas por los jefes institucionales y que habrían comprendido el uso de efectivos de choque como GOE, Infantería y GIR para irrumpir en celdas sin previo aviso a comisarios y guardias y sin la orden de un juez.
Una fuente aseguró a este medio que “hasta la yerba de los presos se llevaron, golpearon a los que se resistieron y todo lo desplegaron de madrugada”.
Otra voz señaló que la queja de varios comisarios posadeños no fue leve y que la respuesta de los jefes superiores fue una resolución escrita en la que informaban a los grupos designados para estos procedimientos que debían registrar con fotografías, filmaciones y por escrito cualquier irregularidad que hallaran dentro de las celdas.
Estos operativos “sorpresa” se replicaron tras el allanamiento de Gendarmería Nacional en la comisaría Segunda, el jueves 3 de noviembre, por la causa de presuntos “detenidos VIP” con causas federales por narcotráfico y que derivó en la detención de un suboficial de dicha seccional sospechado de pertenecer a una red de narcomenudeo en Posadas.
Las alertas se encendieron el martes 1 de noviembre en la comisaría Quinta de Garupá y se repitieron cuatro días después en el mismo lugar. Se enfrentaron policías con la treintena de detenidos y se encendieron ropa y colchones en las cuatro celdas con capacidad máxima cada una para dos personas. El sábado pasado la calma se perdió cuando fueron detenidas dos mujeres que se presentaron en la guardia con elementos de higiene y comida para uno de los alojados. Se descubrieron estupefacientes en un desodorante y un celular con cargador en un recipiente plástico.
El amotinamiento fue completamente sofocado pasadas las 23 y las dos mujeres vinculadas a la droga y el teléfono fueron detenidas y enviadas a la comisaría Decimoprimera de la UR-X.
Pero el martes por la noche debieron intervenir para frenar los incidentes que se originaron porque uno de los detenidos llevaba varias horas gritando de dolor por una hernia en los genitales sin que lo oyeran o creyeran.
La violencia fue contenida y el herido fue llevado a un centro de atención para las curaciones.
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Temor y muchas versiones
Las revueltas de detenidos de los últimos días sumaron temor por la proximidad de fin de año, días en que los reclamos aumentan entre los privados de la libertad.
Los jefes y comisarios consultados por este Diario remarcaron que se tomaron medidas durante las últimas horas, principalmente se aceleraron trámites judiciales y se resolvieron libertades supeditadas en varias seccionales de Posadas.
En cuanto a las versiones que trascendieron ayer, fue señalado un intento de fuga durante la madrugada. El hecho fue descubierto a tiempo y los involucrados fueron separados. Habría ocurrido en una comisaría de la zona sur también denominada Gran Posadas.