Un estudio realizado por el CONICET y la Universidad Nacional de la Plata en Buenos Aires, Mendoza y Misiones sobre el estado nutricional de niños de 4 a 13 años reveló un aumento de la problemática del sobrepeso y obesidad y una reducción de los casos de desnutrición en los últimos quince años.
El relevamiento sobre las variaciones en el estado nutricional de niños, niñas y adolescentes de esas tres provincias se realizó entre los períodos 2005-2009 y 2010-2019. La comparación entre ambos momentos analizados da cuenta, según un comunicado del CONICET La Plata, de “una significativa reducción de las prevalencias de malnutrición por déficit, o desnutrición, y un aumento de las prevalencias de malnutrición por exceso, que engloba los casos de sobrepeso u obesidad. Los resultados fueron publicados recientemente en la revista científica American Journal of Human Biology”.
El cruce de información arrojó dos datos destacados: por un lado, de 2005 a la fecha, en Buenos Aires y Misiones se observó una disminución significativa -cercana al 50% de los valores originales– de las prevalencias de desnutrición; por otro, en las tres provincias hubo un marcado aumento del exceso de peso: 13% en Buenos Aires, 10% en Misiones y 9% en Mendoza.
Cambios en la alimentación
Al respecto, la primera autora del proyecto de investigación, la antropóloga Florencia Cesani, analizó los cambios que en los últimos veinte años se dieron en la alimentación y estilos de vida de las poblaciones a nivel global.
“En el mundo se ha observado que hay un aumento considerable del exceso de peso, tanto en la población infantil como en adolescentes y personas adultas”, señaló la investigadora del CONICET y directora del Laboratorio de Investigaciones en Ontogenia y Adaptación de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata.
El equipo científico repitió la metodología que había utilizado en un estudio previo llevado a cabo entre 2005 y 2009, que incluyó a escolares de entre 4 y 13 años provenientes de distintas escuelas públicas de las mencionadas provincias.
Al respecto, la investigadora y coautora del estudio, Manuela Garraza, explicó que “si bien no eran los mismos niños, niñas y adolescentes, sí pertenecían a los mismos grupos de población. Entre 2010 y 2019, fuimos a las mismas escuelas y realizamos una encuesta semejante a la utilizada en el trabajo original, destinada a relevar las variables socioambientales de residencia, esto es las condiciones de las viviendas, el acceso a los servicios públicos, el nivel educativo y el tipo de trabajo de los padres y las madres, por ejemplo.
Además, según confirmó, efectuaron el mismo estudio antropométrico para recopilar datos de peso, talla y pliegues subcutáneos. “Estos últimos nos permitieron analizar el cúmulo de tejido graso o adiposidad”, señaló.
Empeoró la situación socioeconómica
Cesani confirmó que “hubo un empeoramiento de la situación socioeconómica de las familias en los últimos años. Pero, aunque esto nos llevaría a pensar que en estas condiciones la desnutrición podría haber aumentado, lo cierto es que disminuyó”.
A su entender, “la merma de la malnutrición por déficit podría estar asociada a las políticas sociales impulsadas desde el Estado, como la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Asignación Familiar por Embarazo para Protección Social (AUE), o la tarjeta Alimentar, que contribuyen a paliar el efecto de las crisis”.