Se aproxima el verano y las altas temperaturas invitan a darse un chapuzón para refrescarse ya sea en el ríos, arroyos, lagos o piletas, de las tantas que existen en la provincia y que además son promocionadas como destinos turísticos. Todos esos lugares “deberían contar con todo el recurso humano y material necesario para cumplir con los requisitos que establece la Ley de Seguridad Acuática, que tiene como objetivo prevenir los ahogamientos. Sin embargo, todavía son pocos los municipios que han adherido a dicha ley”, lo afirmó el director de Seguridad Acuática de la Provincia, Franco Bacigalupi.
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“Tuvimos varias reuniones con la gente de turismo por el tema de las playas y piletas en arroyos, que apuntan a tener un mejor servicio como así también emprendedores privados que nos están llamando para que les brindemos charlas, con mayores detalles, de cómo deberían armar todo en materia de seguridad acuática, pero no alcanza sólo con eso. La seguridad acuática es una pata fundamental para nuestro turismo”, explicó Bacigalupi a PRIMERA EDICIÓN.
Contó que una de las actividades turísticas que más están consultando es la que “promociona las salidas y paseos en kayaks, entonces se acercan, nos exponen el personal con el que cuentan, se interesan por los protocolos de seguridad en el caso de tener que enfrentar algún caso con una persona que tuvo un accidente en el agua, cómo hacer la logística, con qué elementos deben contar. En general hoy la gente se está interesando, al menos más que antes”.
Aclaró Bacigalupi que “hay lugares donde la Prefectura Naval Argentina, con la que mantenemos una buena relación, tiene la potestad máxima de contralor, pero es muy grande la provincia… Nosotros bregamos para que en cada municipio funcione una Dirección de Seguridad Acuática que trabaje, por ejemplo, en el relevamiento permanente de cuántas piletas, playas, balnearios existen, cuáles son principalmente turísticas porque el público que concurre a ellos quizás tengan un mayor desconocimiento que una persona de la zona sobre los peligros del agua”.
Sobre los protocolos de seguridad, dijo que “alcanza a todos los que trabajan en un predio, no sólo al guardavidas porque hasta quien está a la entrada del predio tiene una función asignada, por ejemplo llamar a la ambulancia, todos tienen que saber de primeros auxilios y que le tocará un lugar dentro de ese protocolo”.
Entre las anomalías frecuentes que observa, indicó que “son múltiples, pero por ejemplo, hay embarcaciones que se acercan demasiado a la costanera, en Posadas, donde es una franja para navegar a tracción a sangre, es decir para remar, pero sin embargo se estacionan allí, frente al anfiteatro o restaurantes de la zona. Pasan a alta velocidad algunas y le cuesta hasta a Prefectura Naval mantener el orden”.
“La gente no respeta”
Sobre el ingreso de las personas a lugares no habilitados en ríos o arroyos, Bacigalupi remarcó que “es un problema social, de entender, es cuestión de respetar las normas. Hoy tenemos playas con guardavidas todo el año y la gente siempre sigue metiéndose en lugares que cree que sigue conociendo porque no nos olvidemos que antes nuestro río era distinto y cambió”.
Agregó que “la gente se quiere seguir metiendo en los mismos sitios y terminan pasando esta clase de accidentes. Ya llevamos cuatro ahogados en esta temporada, el año pasado fueron trece ahogados. Cuando nosotros tomamos la Dirección (Seguridad Acuática) en 2011 había 97 ahogados en toda la provincia, es decir que se fue bajando ese número y estimamos que nunca se llegará a cero pero la realidad es que avanzamos tres pasitos y retrocedemos cinco porque lamentablemente la cultura nuestra es la de no respetar lo prohibido”.
El profesor, vinculado desde la “cuna” con las actividades náuticas donde aún continúa participando en competencias de canotaje y también desde sus inicios como destacado nadador, remarcó que “no se hace prevención prohibiendo cosas sino incentivar que la gente se entere del peligro y que tenga también la herramienta de poder acceder a una escuelita de natación, tener los conocimientos necesarios para desenvolverse en el agua, que sepa nadar, flotar, sin que sea con el fin de que sea de alto rendimiento deportivo”.
Apuntó que “si hoy observamos la silueta en el mapa de Misiones, si no fuera por Corrientes seríamos una isla, rodeados de agua y ni hablar de los arroyos internos que existen. A veces al no tener esa capacidad de nado o esa base, sumado a que antes a lo mejor muchos iban al interior y algún tío o abuelo nos llevaba a un arroyito y nos enseñaba a nadar. Pero hasta eso fue cambiando en nuestra sociedad porque los padres no suelen estar porque trabajan todo el día para poder mantenerse económicamente, los abuelos tienen menos contacto con los nietos, entonces no se tiene esa herramienta que sí era más natural antes, que te llevaban y enseñaban los peligros. Hoy la mayoría de los accidentes que se producen en menores es porque se escapan de la casa y van solos al agua o arroyo”.
Bacigalupi recordó que “tenemos una costa muy irregular que sumado a todo lo que ha quedado tapado por la crecida de la represa y tenemos que volver a reconocer nuestro río. Si hoy hay playas habilitadas son las que debemos emplear porque son las que están aptas. Particularmente me ocurre, porque sigo remando, en la zona de la costanera de Posadas observo como hay personas que pasan la baranda y se meten en el río sin ningún elemento de seguridad, está mostrando que se puede hacer eso y está mal. Quizás esa persona sabe nadar pero va otro que a lo mejor no pero utiliza eso como excusa para meterse y se termina ahogando porque a veces uno está parado con el agua a la altura de los tobillos y se mete otro y le llega hasta el cuello”.
Consultas de municipios y desconocimiento de muchos
“Muchos municipios nos consultan por el tema de los guardavidas. Hoy hay cuatro municipios que están adheridos a la Ley de Seguridad Acuática que los obliga a contar con guardavidas, por ejemplo, con la respectiva reválida anual, porque hay muchos guardavidas que una vez que se reciben no complementan ese trámite y son por lo general los que contratan esos municipios. De a poco se van dando cuenta que disponer de un profesional ayuda mucho a evitar los accidentes o ahogamientos”, señaló Bacigalupi.
De igual manera también “nos consultaron, hace poco, si el que limpia la pileta, el piletero, puede hacer de guardavidas, lo que refleja el desconocimiento de muchos sobre el tema. Cambiar esa cultura a veces en el interior de la provincia es difícil porque entienden que ‘por ahí no pasa nada’ y el costo del guardavida es elevado, que puede ser una realidad, pero tenemos que entender que el costo de una vida es mucho más que eso. Pero suele ocurrir que ponen al hijo de algún encargado o el mismo que atiende la cantina hace de guardavidas y eso es un peligro porque no tienen los medios ni conocimientos para un rescate. El guardavidas trabaja en la prevención y el rescate es lo último cuando todo lo otro se hizo mal o no se pudo contener”.
Agregó que “hoy hay muchos municipios que apuestan a tener playas, con fines recreativos, turísticos y nos están haciendo consultas para tener las condiciones de seguridad necesaria. Están faltando más escuelas de guardavidas, eso es real, en especial para el norte de la provincia donde ya deberían tenerla”.