Los productores continúan preocupados por la falta de mano de obra para el desarrollo de diversas actividades fundamentales dentro de la economía provincial. Así, pese a la vigencia del decreto presidencial 514/2021 que confirmó la compatibilidad de los trabajos formales registrados en actividades temporales y temporarias con los planes y programas sociales, aseguran que en muchos obreros temporarios persiste el miedo de perder los beneficios si aceptan ser “blanqueados”.
Debido a esto, gran parte de la actividad productiva se ve obligada a avanzar con personal “en negro”, o exponerse a las pérdidas millonarias de la producción.
La compleja problemática se profundizó cuando el Ministerio de Desarrollo Social, a través de la resolución 1734 del 2021, desacopló la Tarjeta Alimentar y los trabajadores temporarios perdieron ese beneficio. Por ello, una gran cantidad de peones rurales volvieron a descreer del sistema y ahora se niegan a aceptar trabajos formales en blanco.
Sergio Delapierre, integrante de los Productores Autoconvocados, comentó en diálogo con PRIMERA EDICIÓN que “este es un problema que persiste desde hace años, y se profundizó cuando hubo un desacoplamiento de uno de los planes y la gente perdió ese plan (Tarjeta Alimentar)”.
Ante esto, “automáticamente la gente dejó de interesarse en los trabajos rurales en blanco porque tenían miedo de perder los otros planes también. Todavía tienen ese miedo”.
Sin embargo aclaró que “en el trabajo yerbatero se puede tomar un personal y los que entregaron yerba correctamente hicieron un aporte al sistema de corresponsabilidad gremial, por lo tanto se puede tomar personal sin pagar aportes ni cargas sociales”.
“El problema es que la gente igual no se quiere blanquear. A pesar de esa ventaja en el sector yerbatero, hay una resistencia entre los trabajadores que no aceptan blanquearse”, aclaró y añadió que “a la vez a muchos les cuesta recuperar un ritmo de cumplimiento de trabajo porque las tareas no son fáciles, no es como estar dentro de una oficina. Son trabajos a la intemperie, con el calor del sol, en las madrugadas frías. No es fácil que alguien que tiene la posibilidad de disfrutar un plan, elija otra cosa”.
“Además de la yerba, hay otras producciones que también se ven afectadas por esto porque hay muchos cultivos que requieren mano de obra, como la mandioca, la recolección de cítricos. Son actividades que requieren de mano de obra y ahora es cada vez más complicado conseguir gente que quiera inscribirse para trabajar correctamente”, señaló.
Como consecuencia, “hay productores que optan por no tomar gente, y hacen todo mecanizado, con el tractor y herbicidas, haciendo lo que pueden. Por su parte, una empresa grande, generalmente, terceriza y busca algún contratista que tenga un grupo de obreros blanqueados. El problema es más para el pequeño y mediano productor que no está en condiciones de tener gente fija a su cargo”, aseguró.
Al mismo tiempo recalcó que “constantemente estamos pidiendo que se modifiquen las leyes laborales, que se cambie la parte administrativa. No pedimos que le bajen el sueldo al trabajador rural, lo que estamos pidiendo es que se reduzcan los costos en la parte impositiva laboral”.
“Al tomar un personal hay que pagar un montón de aportes y contribuciones, y eso se hace todo muy caro. Queremos que el Gobierno, en esta emergencia, levante las condiciones laborales para poder tomar gente”, apuntó.
En ese sentido, Delapierre impulsó la creación de una aplicación digital, llamada Labor App, que busca simplificar el trámite de contratación de mano de obra en trabajos de corta duración. Sin embargo “hasta ahora no hemos logrado ningún tipo de aceptación para esa propuesta”, reconoció.
Problema que nunca termina
En tanto que Cristian Klingbeil, presidente de la Asociación de Productores Agrícolas de Misiones (APAM), señaló a este Diario que “el problema nunca termina, a veces se siente menos y otras veces más. Changarines se consiguen pero no se los puede dejar en blanco, porque están cobrando interzafra o esperan alguna ayuda para fin de año, un posible bono, y toda especulación hace difícil que el personal acepte un trabajo en blanco”.
Ahora “terminó la zafra de yerba y todos los obreros pidieron la baja para ver cualquier tipo de ayuda que puedan conseguir. Veremos cuando arranca la zafriña a ver qué pasa, si la gente va a aceptar trabajar en blanco o se tendrá que levantar la zafriña con la mayor cantidad de gente en negro como suele pasar casi siempre”, estimó y añadió que “los beneficios son fundamentales para la economía de las familias de los obreros rurales, considerando que la situación económica general es un desastre”.
Además recordó que “desde la Nación cometieron un error que nos complicó muchísimo con la Tarjeta Alimentaria. No sabemos si fue un error voluntario o involuntario. Cuando se aplicó la compatibilización de los planes con el trabajo registrado, esa tarjeta no entró. Eso generó el mayor problema que tuvimos en el invierno, ya que algunos tuvieron la tarjeta suspendida y todos empezaron a decir que se iban a perder los planes. Y eso hizo que la mayoría de la gente no aceptara más trabajar en blanco”.
“La Nación debería facilitarle las condiciones económicas a los obreros, con la posibilidad de los ingresos extras y teniendo los beneficios que corresponde que los tengan, como jubilación, obra social, y varias cuestiones más. Vemos que esto es algo que desde la Nación no quieren solucionar a fondo. Eso es algo grave”, cuestionó y amplió: “La gente nos dice que muchos no quieren trabajar en blanco porque determinada organización social les saca los beneficios. Esto lo hemos denunciado muchas veces, pero lamentablemente no se ve que la Justicia avance para ver si es así o no”.
Cítricos otra vez afectados
Mientras que el productor citrícola de Eldorado, Ricardo Ranger, contó que lleva meses sin poder cumplir con los pedidos de entrega de naranjas por la falta de personal para la recolección de la producción.
“No podemos cumplir con los pedidos porque no tenemos suficiente personal. Queremos contratar a la gente en blanco, pero no quieren porque tienen miedo a perder los planes sociales que reciben del Estado. Solamente están dispuestos a trabajar en negro”, se quejó al ser entrevistado por el diario La Nación.