¿Sabías que tu perro podría estar perdiendo gradualmente la visión y no precisamente por la tan consabida catarata?
La discapacidad visual repentina que incluso deriva en ceguera total, puede resultar del proceso natural de envejecimiento, también como consecuencia de razones hereditarias, enfermedades o problemas neurológicos que afectan al nervio óptico o a las zonas del cerebro que reciben la información visual.
Por ello, es fundamental detectar los primeros signos de ceguera para un diagnóstico precoz y tratamiento temprano, esto ayudará a mejorar su calidad de vida.
Cuando la capacidad visual de tu perro va disminuyendo gradualmente, puede pasar cierto tiempo antes de que te percates del problema. Esto es porque ante una discapacidad visual memorizará la disposición de los objetos en casa y aprenderá a circular evitando los obstáculos.
Los síntomas de disminución de visión más frecuentes son:
• Rascarse los ojos o la cara
• Ojos con niebla
• Chocarse con objetos
• Cambios en su comportamiento: ansiedad o inseguridad en lugares nuevos
• Negarse a subir o bajar escaleras, o saltar sobre los muebles
• Ojos hinchados o inflamados
• Irritación evidente de los ojos
• Sensación de confusión, aturdimiento o miedo en situaciones familiares.
Aun cuando extremes los cuidados para tu peludo minusválido, la pérdida de visión no significa que desmejore su calidad de vida. Llevará esfuerzo, pero, con amor y tiempo, ambos se ajustarán a esta condición natural. Tu veterinario de confianza seguramente te sugerirá consultar un oftalmólogo veterinario y los cuidados se ajustarán a lo que está causando la ceguera de tu perro.