Con sustancias y conservantes naturales, aceites de máxima pureza y calidad, extractos de plantas del monte paranaense y con todas sus materias primas biodegradables, emprendedores con residencia en Leandro N. Alem se están abriendo un firme mercado con la cosmética de la selva.
La línea se llama “ME”, que en guaraní quiere decir “Estar” y es lo más cercano a su equivalente de “bienestar” en castellano.
“Formulamos todos productos libres de sustancias de origen animal, en su composición y elaboración donde tampoco se han usado animales ni derivados”, contó a Eco & Agro, Gisel Impini, una de las ideadoras del proyecto, quien amplió: “No realizamos ningún tipo de prueba en animales, ni utilizamos materias primas que puedan aprobarse por este método”.

Impini contó con orgullo que el 60% de las sustancias que se colocan en la piel ingresan al organismo, y en ese sentido “nuestros productos otorgan al organismo alimento celular real”.
“Empleamos plantas, recolectadas de manera responsable por productores locales, porque de esa manera favorecemos la proliferación de especies nativas”, prosiguió la mujer.
De profesión kinesióloga, Gabriela vino desde Entre Ríos a ejercer la profesión en la tierra colorada y encontró un importante nicho para producir artículos de cosmética.
Empecé elaborando productos para mis pacientes, porque como kinesiólogos nosotros tenemos esa facultad, pero después de ver que ahí estaba mi camino, dejé la kinesiología para impulsar un laboratorio de cosmética, viendo que ustedes (por los misioneros) tienen la sana tradición de tomar de las plantas sus esencias naturales para curar”.