El pasado martes, el Gobierno nacional acordó en el Consejo Nacional del Empleo, sobre la Productividad y el Salario Mínimo, Vital y Móvil un aumento del 20% en la remuneración básica que se elevará desde los 57.900 pesos establecidos en la última actualización a 69.500 pesos para marzo de 2023.
El incremento, que en su total porcentual llega al 20%, se abonará en cuatro tramos, que serán de 7% en diciembre, 6% en enero del próximo año, 4% en febrero, y 3% en marzo. Con este incremento la variación salarial alcanzará el 110,5% en el año paritario, medido hasta marzo.
Sin embargo, en el año calendario implica que aumentará 93,6% en todo el 2022, al llegar a los $61.953 en diciembre. Así, volverá a perder contra el índice inflacionario que rondará el 95% anual según las proyecciones oficiales fijadas en el Presupuesto para este año.
Algo similar sucederá con la jubilación mínima, que aumentará 72,6% en el año y perderá más de 22 puntos contra la escalada del costo de vida. En enero, el haber inicial era de $29.062 y alcanzará los $50.155 en el último mes del año. Para intentar contrarrestar la pérdida del poder adquisitivo, el Gobierno dispuso un bono de $10.000, pero que se cobrará solamente durante tres meses.
Con esas cifras, tanto el salario mínimo como el haber jubilatorio inicial no alcanzarán a cubrir las necesidades básicas, recordando que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) para que una familia de cuatro integrantes, compuesta por dos adultos y dos chicos, no caiga bajo el umbral de la indigencia, alcanzó los $62.106 en octubre, es decir, que ni la suba prevista para diciembre sería suficiente para cubrirla.
En el caso de la canasta de los jubilados, el haber jubilatorio mínimo de diciembre solo cubrirá el 29,3% de esos productos y sumando el bono apenas alcanzaría para el 35,1%, según un informe elaborado por el exdirector del Banco Nación, Claudio Lozano.
Cuestionamiento de ATE Misiones
Tras la votación en el Ministerio de Trabajo, el presidente Alberto Fernández encabezó la firma del acuerdo con entidades industriales, empresariales y representantes del sector sindical.
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Sin embargo, la dirigencia gremial en la provincia considera el monto como insuficiente teniendo en cuenta las diversas complicaciones que genera a diario la escalada inflacionaria y la caída del poder adquisitivo.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Miriam López, secretaria adjunta de ATE Misiones, opinó que el aumento del salario mínimo en cuatro tramos “es insuficiente. Si bien aceptamos porque necesitamos que algo llegue a los trabajadores, seguimos sosteniendo que es insuficiente”.
En relación a las paritarias salariales alcanzadas por el gremio, López recalcó que lo que más afecta “siempre es la inflación. Pero no estamos muy disconformes con lo último que cerramos porque al menos pudimos empatar con la inflación”.
“Acordamos un piso salarial para diciembre de $98.500, para la administración pública central, y los docentes estuvieron más o menos así. Para noviembre tenemos un 9% de aumento que aún nos adeudan. Después para diciembre sería el nuevo acuerdo salarial, y ya volveríamos a juntarnos los primeros días de enero”, describió y añadió que “no se puede esperar tanto tiempo (para volver a abrir las paritarias), porque no sabemos con qué nos vamos a encontrar. Estamos teniendo mesas salariales cada mes y medio, aproximadamente”.
“En el caso de la provincia, nos tenemos que juntar en menos de un mes y medio porque todo lo que conseguimos se licúa. Las cosas aumentan descabelladamente, los servicios, la comida, la ropa, los productos de primera necesidad, todo aumenta”, cuestionó.
Además analizó: “Puede ser que ahora la paritaria sea insuficiente, que la plata no alcance, por cómo está el país en general, pero dentro de ese complejo panorama pudimos lograr ese piso que nos ayuda. Igualmente falta mucho”.
“Para la administración pública central algo que nos adeudan hace muchos años es el descongelamiento de la antigüedad y mejorar nuestros básicos, que son los dos temas a tratar en la reunión de enero”, recordó.
Contexto y expectativa
Cabe recordar que en la Argentina, más de 6 millones de trabajadores formales cobran el salario mínimo, pero también ese monto sirve de parámetro para los trabajadores informales, que representan cerca del 40% de la masa laboral.
Por ello, con un ingreso de $61.953 mensuales, miles de familias que solamente perciban un salario mínimo seguirán por debajo de la línea de indigencia en diciembre.
Mientras que para no ser pobres, ni aún recibiendo ese haber mínimo, los dos adultos alcanzarían a cubrir los $139.738 que requirió en octubre la Canasta Básica Total (CBT), que comprende alimentos, y otros bienes y servicios básicos, como la vivienda.
Consultada sobre las expectativas para el cierre del año, sobre la economía de los trabajadores, López señaló que “en nuestro país tan convulsionado económicamente, el trabajador siempre es el que paga los platos rotos. Tenemos una franja de trabajadores que están por debajo de la línea de pobreza, que son los municipales dentro de la provincia para quienes todos los acuerdos vienen muy atrasados”.
Los reclamos de las comunas
A lo largo de este año los delegados municipales llevaron adelante distintas medidas de fuerza y reclamos con la idea de conseguir mejoras salariales y beneficios para los empleados. Los delegados de ATE de los distintos municipios brindaron un panorama de lo que se vivió en cada comuna. Entre los principales reclamos se enumeran el pedido de aumento de las asignaciones por hijo, una escala salarial y la ropa de trabajo.
Al respecto, Hugo Viera de Concepción de la Sierra, dijo a este Diario que “avanzamos mucho en el tema de los básicos. Los incrementos se están ejecutando, pero no están dentro de lo que necesitamos”.
Agregó que “la situación económica cada día está peor. Hoy estamos esperando cobrar el aguinaldo para pagar cuentas porque no alcanza el sueldo”.
A modo general indicó que “se busca corregir los básicos porque verdaderamente eran una miseria los básicos de algunos municipios. Hoy se está mejorando. Tuvimos encontronazos con muchos intendentes, pero hoy ya se está trabajando de otra manera y con los contadores de los municipios”.
Indicó que otro reclamo es la Asignación por Hijo: “Hoy en la Provincia se establece que ningún trabajador del Estado debe ganar menos de $4.200, pero hay municipios que no llegan ni a la mitad de eso. La Asignación por Hijo es un derecho adquirido”.
En consecuencia, Atiano Masoneves de la seccional 50 de San Vicente describió que “presentamos un pedido de actualización de asignaciones familiares porque hay municipios que están en los $2.000”.
Expresó que “necesitamos criterios que sean comunes a todos los municipios. Pareciera que acá cada intendente hace lo que quiere”.
En cuanto a la ropa de trabajo, expresó que se entrega “a cuentagotas. En San Vicente entregaron en algunas áreas y en otras no. En El Soberbio entregaron sólo una prenda, pero tenían que entregar dos.
En Dos de Mayo y Aristóbulo del Valle la situación es similar, no están cumpliendo con las dos prendas por trabajador”.
En tanto, Orlando Alfonso, delegado municipal de Puerto Iguazú, relató que “veníamos con un paro de 15 días y se llegó a una conciliación obligatoria. Desde la Municipalidad nos dijeron que no hay plata, que nos van a dar 10% en diciembre, 10% en enero y una mesa de diálogo en marzo. Todo esto será al básico, pero nuestro básico es de $27 mil por lo cual no nos sirve. Esto no impacta en el bolsillo”.
Contó también que “el uniforme no tenemos, los recolectores no tienen guantes. Faltan muchas cosas en el municipio de Iguazú. Es muy compleja la situación”.
Rechazo de la CTA Autónoma
La CTA Autónoma rechazó el acuerdo del Consejo del Salario, que llevará el Salario Mínimo Vital y móvil a $69.500 recién en marzo de 2023. “La propuesta empresarial, que lamentablemente fue acompañada por otros sectores, es absolutamente insuficiente”, indicó el secretario general adjunto Ricardo Peidro.
“Nosotros no acompañamos la propuesta y hemos votado en contra. Hicimos otra propuesta para tener una recuperación del salario y que se vaya recuperando lo perdido en el gobierno de Macri y en los años de este gobierno. Pedimos recuperar verdaderamente el salario y el círculo virtuoso de salarios, producción y consumo”, sostuvo en diálogo con CNN radio y añadió que “con estos aumentos solo corremos detrás de la inflación y tenemos poca recuperación de lo perdido”.
“Una de las obligaciones que tiene el Consejo del Salario es conformar una Canasta Básica. El salario mínimo para un trabajar sin carga familiar, que le alcance para vestimenta, alimentación, educación y vacaciones, debería estar en 150 mil pesos”, expresó.
El representante de la CTA aclaró que votaron en contra porque piden que haya un plan para establecer una recuperación. “Queremos que se establezca un aumento de entrada que recupere parte de lo perdido y que después haya un escalonamiento. Necesitamos un impacto muy fuerte de entrada”, cerró.