El intendente de Santa Ana, Pablo Rosalino Castro, se llevó (otra vez) una desagradable sorpresa con relación al proyecto de ordenanza del Presupuesto General para el ejercicio fiscal del año entrante, porque el Concejo Deliberante lo desaprobó con tres votos en contra y sólo dos a favor.
La comuna entra de esa manera en una encrucijada, porque deberá regirse con el presupuesto anterior y podría quedar al borde del desfinanciamiento.
“Yo quería acompañar con mi voto, pero nunca se preocuparon (responsables de Hacienda) de rendir claramente las cuentas públicas. Los convoqué muchas veces para que expliquen gastos desproporcionados y nunca lo hicieron. ¿Cómo van a querer crear 14 secretarías, pero sin especificar para qué servirían, y que sólo nos decían que se iban a utilizar ‘por si hacía falta’?”, cuestionó duramente uno de los ediles que votó en negativo, Luis “Pato” Silva, quien en otras ocasiones ya había denunciado, pero ante el Tribunal de Cuentas las serias irregularidades en el ejercicio de Memoria y Balance del 2020, mientras que en 2021 se hizo una presentación similar, y sobre la cual todavía falta expedirse, por ello no se sabe aún qué puede pasar a ese respecto.
Entre otras de las argumentaciones para el rechazo los ediles mencionaron los desproporcionados números para gastos superfluos, como “Cortesía y homenaje” presupuestado con un monto de $1.990.000, mientras que sólo se destinaba $120 mil para la compra de medicamentos y $100 mil “para contribuir en contratos de profesionales”.
“A los concejales nos parece un número muy bajo para destinar al personal que tanta falta nos hacen cuando el año pasado, para lo mismo se destinó $510 mil; en el municipio no contamos con ginecólogo ni odontólogo. El pediatra viene solamente un día por semana y atiende a 20 pacientes o sea un total de 80 pacientes por mes, una atención mínima para la cantidad de habitantes, sin contar con las necesidades de personal de enfermería existente”, cuestionó el concejal.
Otros graves cuestionamientos
Entre los ítems cuestionados dentro del Presupuesto 2023, los concejales (dos oficialistas renovadores y Luis Silva de la oposición UCR) quienes votaron en conta señalaron que sólo se pensaba destinar en vestuario y artículos de seguridad para municipales por un monto de $10 mil, contra
“Ayudas económicas” $5.200.000, pero sin especificar a quienes se dirigían esas partidas y cómo las cobraban.
Lo mismo pasaba con el punto “Otras subvenciones y acciones con un presupuesto de $1.920.000 , “para lo cual tampoco nos queda claro en qué o cómo se gastaría este monto.
Después, en el punto “Becas de emergencia laboral” por nada menos que $10.060.000, “nunca se especificó a quiénes va dirigido ni cómo acceder”.
“Nosotros citamos al contador, pero este señor nunca ni siquiera apareció, sólo vino el tesorero y nos dio la explicación que quiso, lamentablemente esa es la situación de nuestro pueblo, siempre sufrido”, acotó Silva.
“Se prevé la creación de varias subsecretarías, que capaz hagan falta pero no se define su necesidad y función dado que existen direcciones para esas áreas enumeradas”, amplió el edil de la UCR.