El Día Mundial de la Eficiencia Energética se celebra cada 5 de marzo desde 1998, año de la primera Conferencia Internacional de Eficiencia Energética que tuvo lugar en Austria. En esta jornada, Estados, organismos sin fines de lucro y medios de comunicación reivindican el consumo racional de la energía y las virtudes de las fuentes de energía renovable y de las sociedades sostenibles.
En este marco, aportamos varios consejos de profesionales para hacer que tu vivienda sea eficiente energéticamente.
Para empezar, cabe aclarar que el ahorro de energía en las viviendas familiares no depende tanto de los electrodomésticos y la iluminación, sino del aislamiento térmico de las casas y edificios de departamentos, lo que a su vez implica un desafío en la construcción y la remodelación, si se tiene en cuenta que la mayor parte de las edificaciones datan de épocas previas a la adopción de normas de eficiencia.
Para Federico García Zúñiga, consultor técnico de la Asociación Nacional de Industrias de Materiales Aislantes (Andima), esos requisitos son válidos “tanto para una construcción muy pequeña como para una muy grande, para sectores medios y altos como para los de menores recursos”, en tanto implican no sólo un ahorro en el gasto de energía sino también mejoras en el confort y la salud de los habitantes del inmueble.
En cualquier caso, admitió que “si la vivienda ya está construida, no se pueden tomar muchas decisiones”, en especial en lo que respecta a la orientación, más allá de la posibilidad de incorporar aleros, toldos o cortinas de enrollar.
Y para las construcciones nuevas, Andima detalló un orden de prioridades en los criterios a adoptar para la construcción de una vivienda “lo más eficiente energéticamente posible”:
1.- Orientación abierta hacia el norte o nordeste, ventilación cruzada, protecciones solares, sobre todo al oeste (aleros, parasoles, toldos) e iluminación con colores claros.
2.- Aislación térmica eficiente en la envolvente (techos, muros y pisos), que puede ser lana de vidrio, poliestireno expandido (EPS) y Poliuretano.
3.- Aislación térmica en vidrios y carpinterías, con Doble Vidriado Hermético (DVH), carpinterías eficientes o con Ruptura de Puente Térmico (RPT) y cortinas de enrollar.
4.- En el orden de prioridades, los electrodomésticos y gasodomésticos aparecen en el cuarto lugar, con artefactos etiquetados nivel A, calefones sin piloto e iluminación LED.
5.- Los calefones o colectores solares y los paneles fotovoltaicos son el quinto paso de la lista.
Los resultados pueden ser evaluados tanto por los efectos positivos de aplicar los criterios mencionados como por los negativos de no usarlos.
En el primer caso, “una factura de gas o electricidad se puede reducir con una vivienda más eficiente”, amortizándose los gastos en un tiempo que varía según el nivel de segmentación de las tarifas.
Andima advirtió que “el gasto que supone en la economía familiar una vivienda poco sostenible es altísimo”, pudiendo representar una pérdida de “un 20% de la energía por las carpinterías, el 40% por el techo, un 30% por los muros y un 10% por el suelo”.
Fuente: agencia de noticias Telam (publicado originalmente en 2022)