Nacida por los años ‘60 en San Ignacio, provincia de Misiones. Territorio de las Misiones Jesuíticas, fragmentos de vida de Horacio Quiroga, ¿selva, tierra colorada, verdel, flores y animalitos varios, un mundo desconocido para muchos, que ánimas lo habitarán? Misteriosa es la Naturaleza que como ya decía Kant: “Bella y siniestra”. En ese mundo va creciendo Mónica Millán. Parte de su niñez y juventud transcurre en la ciudad de Posadas.
Egresa del Instituto Superior Antonio Ruiz de Montoya como Profesora de Artes Visuales. Aquí comienza su vasta carrera, toma clase con el maestro F. Noé y otros, en viajes sucesivos a “Baires”. Serena, tenaz, aprende de todos los maestros misioneros, escritores, antropólogos, libres pensadores, finalmente se instala en Buenos Aires, y ya con su calidad artística manifiesta continúa el trabajo de “aprender, conocer experimentar e incorporar”.
Gana por mérito varias becas de investigación y como los “antiguos naturalistas viajeros” que llegaron a descubrir el “nuevo mundo”. Así sus aprendizajes en “campo” la llevan a internarse en lejanas comunidades del Paraguay, a vivenciar, aprender de antiguas artesanías, del bordado, hilo y agujas, encajes, barro ñau, cerámicas.
Practica todas las técnicas utilizadas en dibujo, pintura, luego el bordado, costuras, hilados, es decir pone el cuerpo,” no repite lo que nos dicen otros”, lo vive en cuerpo propio, viaja, hizo travesías por riachos, selvas. Su vida continua, se ha comprometido en defensa por derechos del agua, territorios usurpados, identidades, género, lo ambiental.
Exposiciones en importantes lugares como: Palace de Glase, ARTEBA y otros. Han realizado audiovisuales sobre su obra proyectadas en la Televisión Pública o Canal Encuentro.
Esta misionera Mónica Millán, ha recibido el Premio Konex a su trayectoria. Merecido reconocimiento, que nos complace y llena de orgullo a todos los misioneros.