Frente a lo comunicado por el Índice de Precios al Consumidor que registró 85,4% de inflación, el precio de la carne hasta el mes de noviembre marcó un aumento de 35,9% interanual, es decir, muy por debajo del número indicado por el IPC.
No es un dato repentino, ya que lo mismo se viene evidenciando desde hace varios meses. Estiman que la causa tiene que ver con una serie de factores. Uno de ellos relacionado y los cambios de hábitos de alimentación en una parte de la población, además de la complicación del poder de compra de las familias.
El otro estaría vinculado a las condiciones climáticas que repercuten en los procesos de producción y almacenamiento. La sequía hizo que muchos productores se vieran obligados a enviar su hacienda a los frigoríficos antes de los momentos que corresponden, debido a que no pueden mantener un marco de sanidad.
La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) apuntó que, por un lado, el precio promedio subió 1,5% mensual y se ubicó en $ 255,5 por kilo vivo, mientras que el total de cabezas negociadas subió 25,9% respecto al mes previo y llegó a 101.325 animales.
“La retracción de la demanda de carne vacuna china a partir de agosto, la fuerte contracción de los valores pagados en los mercados europeos y chileno desde el segundo trimestre del año y el deterioro que registra el poder adquisitivo de las familias argentinas favorecido por una tasa de inflación galopante, se reflejan de forma clara en el valor de la hacienda local en los últimos meses”, explicaron desde la Cámara.
Fuente: Noticias Argentinas