Como dirían las letras de poemas y canciones de las mujeres: seres únicos y maravillosos que están sobre la faz de la Tierra.
Esta época del año tendemos a estar con la fatiga propia de fin de año y además con múltiples compromisos sociales que estas “mujeres superpoderosas” tienden a querer cumplirlos todos, olvidándose de ellas.
Por eso si queremos mantenernos bien, lúcidos, alegres, productivos y realmente disfrutar, no olvidemos que la organización es la base y que existen límites en todo lo que nos rodea.
Mariana consultó por epigastralgia y acidez de larga evolución, apenas come algo y su terapeuta le sugirió un médico clínico. A sus 53 años deseaba pasar un fin de año diferente porque sus hijos llegan para las fiestas y un hermano con su familia, la casa estará nuevamente felizmente llena. Esto la hace feliz pero tanta ansiedad para que todo esté perfecto la trae a buscar más energía.
Siempre intento escuchar y preguntar sobre rutinas, entorno familiar y laboral, obligaciones y también sobre tiempo que dedica a la vida personal. Mi conclusión es muchas mujeres intentamos ser indispensables.
Nos gusta que nos necesiten, pero por suerte hoy vemos cada vez más mujeres que se miran a sí mismas y priorizan sus necesidades. Mariana estaba camino a esto, pero somatizaba este proceso.
Nuestro aparato digestivo es el productor de serotonina, neurotransmisor que nos equilibra emocionalmente y la mayoría de las situaciones mejoran cuando lo cuidamos.
Querernos incluye evaluar qué y cómo comemos. Debo dedicar el tiempo adecuado para sentarme y escribir todo lo que tengo que realizar. Visualizarlo me ayudará a calcular los tiempos para cada actividad y poder también disfrutar. Cuando el cortisol sube trae aparejado que mi sistema adrenérgico desorganice mis alarmas, los neurotransmisores necesitan equilibrio para funcionar bien.
Para tener más energía como la que buscaba Marian sugiero comenzar el día agradeciendo, con respiraciones profundas, sintiendo mi cuerpo. Me limpio la lengua y luego tomo el primer vaso de agua.
Comienzo con infusión de matcha mientras leo mi lista de cosas para hacer organizo mis pensamientos, bebo el té primer antioxidante del día.
Si tengo propensión a la constipación -como el 90 por ciento de las mujeres-, saco de las ciruelas de la heladera y semillas que dejé la noche anterior. Hago un licuado y lo consumo a temperatura ambiente.
Para el desayuno tratar de evitar leche de vaca y derivados, también harina de trigo y fiambres.
Los licuados pueden ser preferentemente verdes, excelentes comienzos con manzana verde, apio y rúcula. Zanahoria y manzana verde, o manzana verde y jengibre. Puedo acompañar con pan nube y huevo.
Tener un termo con infusiones cerca ya que intentaré beber al tibio cada dos horas. A Mariana le sugerí canela, cúrcuma, regaliz y pasiflora. Como tiene sobrepeso y el índice de cintura, cadera, indicador de insulina alta, licuados en vez de jugos, ya que licuado con las semillas, evitan el pico glucémico. El sésamo es rico en calcio y chía rica en Omegas. De esta manera cubro dos aspectos: calcio y aceites de buena calidad.
Los niveles de la hormona Dhea estaban bajos por eso a media mañana doy vitaminas, y dhea asociado a triptófano como neurotransmisor. Si tengo hambre elegir frutos secos.
Consumir kéfir de manzana como probiótico 1 h antes del almuerzo y tomarse unos minutos para relajarse antes del almuerzo.
La relajación antes de la ingesta como la calidad del alimento son fundamentales. Tomo unas gotas de cardo mariano y artemisa acorde a la edad y luego elegir lo mas fácil para digerir, todo lo crudo tiene más nutrientes, pero requiere más energía para absorberse, de ahí que sugiero alimentos cocidos. No tomar agua con la comida, no consumir inmediatamente nada dulce.
Tomarse unos minutos de descanso no es acostarse, significa descansar cuerpo y mente, sin ningún dispositivo, esto permite que el cuerpo ocupe toda su energía en digerir.
Aunque nos parezca exagerado, los estímulos sensoriales modifican los procesos digestivos, calma y concentración en cada ingesta mejoran la digestión.
Trato de acomodar actividad física en algún momento para luego consumir magnesio y melatonina.