En Posadas el Instituto de Medicina Física y Rehabilitación (IMeFiR) ha incrementado en los últimos años la cantidad de pacientes en tratamiento.
Actualmente, tienen más de mil consultas mensuales para abordaje de patologías crónicas y secuelas, a través de kinesiología y actividad física. En el requerimiento, han notado que numerosas dolencias tienen un factor emocional y en relación al estilo de vida de la persona.
En tratamiento
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN el director del IMeFiR, Rodrigo Ayala, contó que durante el 2022 “recibimos bastantes adultos mayores, que rondaron un 70% de las atenciones y el restante de los porcentajes corresponden a adultos jóvenes”. Entre los pacientes para recuperación, señaló que “tenemos unos 1.500 pacientes mensuales que vienen hasta el IMeFiR”.
En el requerimiento, precisó que vienen por “dolores de columna, postura, artrosis, además que trabajar constantemente con el tema discapacidad”.
De la misma forma, comentó que entre todas estas consultas se encuentran los “pacientes crónicos, entre ellos algunos por secuelas de accidentes de tránsito”.
Ayala detalló que durante el año pasado “aumentaron las consultas por traumatología”. Entre las dolencias más tratadas por el equipo médico, explicó que “muchos llegan por problemas de lumbalgia y cervicalgia. Esto no sucede sólo en el IMeFiR, sino que es algo a nivel población entre las patologías más requeridas”.
Desde el punto de vista clínico, Rodrigo Ayala precisó que este tipo de patologías “no tienen que ver con lo traumatológico, sino con el estrés. Entonces, muchas personas que no saben lo que tienen acuden a consultas por dolores de cuello, se hacen varios estudios, pero al preguntar por su estilo de vida como parte de la historia clínica aparece esta tendencia”. Por otra parte, entre los agravantes, mencionó que “también está el uso de celulares y tecnologías que afecta mucho la columna, en lo cervical y lumbar”.
En los pacientes crónicos, describió que reciben “algunas personas con secuelas de ACV, artritis, también pacientes con diabetes y obesidad”. Asimismo, “hay una población joven entre los crónicos, los cuales representan el 20% de las personas en tratamiento”, añadió.
Como parte, el equipo interdisciplinario compartió que “contamos con tres psicólogas para los pacientes que llegan a la institución y están en tratamiento con actividades físicas y de rehabilitación. También, en el caso de adolescentes y niños, se hace cita con psicopedagogía y se cuenta con una huerta agroecológica, como lugar terapéutico y social”.
En su momento también atendieron a varios pacientes por secuelas del COVID, pero actualmente “estamos con cero pacientes atendidos por ese motivo. Fue positivo el empezar el tratamiento lo más rápido posible durante la pandemia y todos se recuperaron muy bien”, agregó el director del IMeFiR.
Para un tratamiento integral y que logre resultados, indicó que “hicimos un trabajo en conjunto con los profesores de educación física junto con kinesiólogos para hacer actividades físicas como parte del tratamiento de cada sesión. Esto quiere decir que se busca aumentar su calidad de vida, su fuerza, para dar una aptitud física y cumplan con obstáculos para que no sea monótona su rehabilitación”.
De las personas que llegan a este instituto, a pesar de que la mayoría son pacientes del barrio Yacyretá, “llegan desde todo Posadas y zonas periféricas de la ciudad, como Itaembé Miní e Itaembé Guazú, donde se organiza el traslado en el caso de personas con discapacidad”, agregó Rodrigo Ayala.
Sobre el recurso humano con el que cuentan en el Instituto de Medicina Física y Rehabilitación , remarcó que “en el último año incorporamos dos kinesiólogos y con la posibilidad de sumar psicóloga y psicopedagoga. Todo esto es de acuerdo a la demanda, porque contamos con numerosos pacientes”.