Comenzó el 2023 y hemos recibido un montón de mensajes positivos para un año mejor.
Pero ¿qué creemos que es mejor? Cambiar aspectos en nuestra vida que no queremos más, podría ser un punto.
Teniendo en cuenta que el cambio depende de nosotros pensé:
¿Qué estamos dispuestos a dejar ir en nuestra vida para sentirnos mejor y que esta cambie?
No es fácil cambiar, ya que cambiar implica salir de la zona conocida donde nos sentimos seguros.
Algunas personas no quieren enfrentarse a los cambios por muchas razones, pero entre ellas está el miedo a perder el control de las situaciones, a perder el reconocimiento de otros, miedo a no ser lo suficientemente bueno, miedo al rechazo, miedo a quedarte solo/a, miedo en general a lo desconocido.
Miedo, miedo, miedo. Por eso tenemos que estar muy conscientes de lo que sentimos, y animarnos a enfrentar estos desafíos trabajando todos los días en estas emociones.
Especialistas sugieren algunos puntos a observar: observar y superar las razones para no querer hacerlo, acá hay que darse cuenta a qué estamos atados, qué creencia tenemos arraigada que nos cuesta dejar ir.
Replantea los cambios como una prioridad. Poner en primer lugar nuestro tiempo para dedicar lo que queremos trabajar para que los cambios puedan suceder.
¡Hacer los cambios con otra persona puede animarnos a comenzar!
Establece un plan y organízate. Fíjate en las pequeñas cosas. Date cuenta de que nadie vive para siempre.
Este punto es interesante porque nos ayuda a pensar que no tenemos todo el tiempo, así que el cambio tiene que ser ya, porque cuando nos damos cuenta la vida se nos pasó.
Hoy podés pensar qué cosas querés que cambien este año y ponerte como meta, que por más pequeña o grande que sea, necesita que trabajes en ello.
Date un tiempo para reflexionar en esto, observa y así como querés cambiar cosas, también observa todo lo que lograste y felicítate, date un abrazo y ámate.
Bendiciones.