Un mes. Hoy se cumple un mes de aquel 18 de diciembre de 2022 en el que la Selección Argentina, con Lionel Messi como capitán, bordó para siempre la tercera estrella en su camiseta en el estadio Lusail de Qatar.
En paralelo, miles de hinchas argentinos decidieron bordar en su piel ese momento único y esperado durante 36 años y EL DEPOR reunió tres de ellas. Qatar es una alegría que se lleva en la piel.
“Después de salir campeones me pintó tatuarme porque sin esa atajada, perdíamos la copa”. No es necesario explicar sobre qué atajada hablaba Martín Estanga (33). Es por eso que para el resto de su vida, el “Dibu” Martínez estará en su pierna izquierda. El “Dibu” y sus brazos y piernas extendidos. El “Dibu” al minuto 123 del alargue. El “Dibu” tapando el remate de Kolo Muani en una de las últimas del partido que hoy cumple un mes.
“No prometí nada, se me ocurrió hacerlo una vez que salimos campeones”, recordó Martín en una charla con EL DEPORTIVO. “Pensé hacerlo no como retrato sino como dibujo. La atajada, con la fecha, los minutos y segundos y lo hice en la pierna izquierda, que es con la que atajó”, agregó.

Martín veía con chances al equipo argentino en Qatar, pero no quería hacerse ilusiones. Los primeros partidos de Argentina estaba de vacaciones en Brasil: tras la derrota ante Arabia Saudita “fuimos a la playa y los brasileros nos cargaban”.
Con el correr de los partidos, “lo vi bien al equipo. Igual trataba de ir tranquilo porque contra Países Bajos pensé que estábamos clasificados y fuimos a penales. Entonces iba tranqui, paso a paso, por cábala”.
En los días previos a aquel 18 de diciembre “creía que podíamos ganar. Sabía que Francia tenía un buen equipo, pero Argentina estaba bien. Igual, con la boca cerrada, para no andar mufando”, agregó.
Ya el domingo, la montaña rusa de emociones. “Durante el tiempo reglamentario estuve trabajando, llegué a casa para el alargue. Y pasé por todas: me vi campeón del mundo, me vi perdedor y si esa atajada del ‘Dibu’ llegaba a ser gol, no veía más fútbol, porque no podía ser tan injusto, los franceses no se lo merecían. En los penales sufrí como loco, llorando, una locura”.
Después, los festejos. Martín eligió quedarse en su casa junto a Yamila, su pareja, y absorber cada momento del día, ver todos los detalles, todos los videos, escuchar todos los análisis. “Me compré un kilo de helado y me quedé mirando a Messi levantar la Copa”.
En los días posteriores se vio la final completa una vez más “porque no me acordaba la salvada de (Paulo) Dybala. Durante el partido, de los nervios, no la vi”. El alargue vio dos veces más y los penales, ya perdió la cuenta “y en todas termino llorando”. Se vio los relatos de Víctor Hugo Morales, de Rodolfo De Paoli, de Pablo Giralt y contando…
Después encontró tatuador, se puso en contacto, le mandó la imagen, arreglaron los detalles y el momento eterno del “Dibu” tapándole el gol a Kolo Muani está en su piel.
No es el primer tatuaje que se hace. Ya perdió la cuenta de cuántos tiene. “Seguro más de diez”, entre los que están el escudo de Boca y la imagen de Diego Maradona. “Soy un loquito por Diego y me acordé de él cuando salió campeón Argentina. Sabés lo que hubiese sido si él estaba… Una lástima”.
¿Existe la posibilidad de otro tatuaje de la Scaloneta? “Por ahora no. Quizá más adelante uno de Messi, pero por ahora éste nomás porque si metían ese gol no había tiempo para nada más. Se terminaba todo. Fue el momento de la final”.
En el caso de Nolan Chattich (29) sí fue promesa. “Una semana antes de que arranque el Mundial nos juntamos con un grupo de amigos y mientras preparábamos el fuego dijimos que si salíamos campeones del mundo los cinco nos tatuábamos. Dos ya cumplimos”.

El de Nolan está fresquito. El viernes pasado llegó al tatuador a la mañana y después de siete horas se fue de ahí con Messi, la Copa y la bandera argentina en la pantorrilla izquierda. Para toda la vida, como la tercera estrella.
Nolan confiaba en la Scaloneta. “Pero igual lo sufrí un montón”. El primer partido de Argentina, aquella amarga mañana ante Arabia Saudita, se juntó con sus amigos a ver el debut. “Fue un baldazo de agua fría para todos, pero creo que vino bien para que los jugadores vuelvan a concentrarse en el objetivo. Desde el día uno tuve la sensación de que íbamos a salir campeones del mundo”.
El resto de los partidos los vio con Paula, su novia, en su casa. Incluida la final ante Francia. “El partido arrancó a puro éxtasis y mucha euforia porque los veníamos bailando de lo lindo. Los pasamos por arriba. Cuando nos metieron el primer gol sentí lo mismo que contra Países Bajos y cuando nos empataron… me quedé en silencio”, recordó sobre lo que pasó en el tiempo reglamentario.
En el suplementario gritó seguro el gol de Messi, sabiendo que lo tenían que convalidar y otra vez el empate. “Los penales los viví con nerviosismo, seguro por el ‘Dibu’ pero muy nervioso. Grité cada atajada, cada gol y cuando metió el gol ‘Cachete’ (Gonzalo Montiel) fueron lágrimas durante un buen rato, de desahogo, de emoción, todo junto”, recordó. Tras la ceremonia donde Lionel Messi levantó la tan ansiada copa, Nolan y Paula se fueron a festejar a la costanera.
Una vez que pasaron los festejos, Nolan se contactó con su tatuador, sacó turno para el viernes 13 de enero y estuvo durante siete horas debajo de su aguja para plasmarse al Messi más lindo de todos, el Messi campeón del mundo. “Promesa cumplida y ahora estamos listos para la Copa Libertadores, porque soy hincha de Boca y ya estamos en modo Boca”, dijo entre risas.
Lo de Jocías Carballo (26) tampoco fue una promesa. Es fana de Messi desde que tiene memoria y quería llevarlo en su piel, pase lo que pase. Para él, Lionel no necesitaba de un Mundial para consagrarse como el mejor del mundo. Es por eso que cuando Wilson, su tatuador amigo, lo convocó para tatuarse al rosarino, se sometió a las 13 horas debajo de su aguja y salió con Leo en su pierna izquierda.
“Cuando Argentina le ganó a México, Wilson me pidió que le mande fotos de Messi y le llené la galería. Él eligió una imagen, me preguntó si me gustaba y así nació la idea. Igual, yo quería un tatuaje de Messi, no me importaba si tenía la copa o no, yo lo quería tener en la piel a Messi”, aseguró a EL DEPORTIVO. Y eso que ya lo tiene: en su brazo tiene una manga con el signo del 10, pero el Mundial fue la frutilla del postre.
Cuando vio a Messi levantar la copa “fue algo inexplicable, no paraba de llorar”, dijo mientras la voz se le entrecortaba para decir “ahora hablo de Messi y me emociono… para mí siempre fue el mejor del mundo, no hacía falta que gane nada, yo siempre lo banqué”, contó.

Jocías comparte, además, el mismo cumpleaños que el capitán del Seleccionado Argentino: 24 de junio. “Los primeros recuerdos que tengo de Messi son los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Poco después mi hermano me contó sobre él y pareciera que ahí se me implantó ese amor a Messi. Empecé a mirar todos los partidos, en Barcelona, en la Selección”, recordó sobre su fanatismo por el crack.
En el Mundial de Qatar “fue el mejor jugador, se lo merecía más que nadie después de todo lo que lo criticaron, porque no cantaba el himno o porque no conseguía títulos. Les tapó la boca a todos”, remarcó mientras recordó que el gol que más gritó del Mundial fue el que Leo le hizo a México. “El que nos devolvió la vida”, lo tituló, “y el tercero contra Francia” en esa final de hace un mes.
Después de que Montiel convirtiera el penal vencedor, Jocías se quedó a ver toda la ceremonia de premiación, emocionado hasta las lágrimas.
“Lloré más en el momento en que Leo pasó a recibir su premio como mejor jugador del Mundial y besó la copa. Lloré como dos o tres horas”, recordó.
Después, el llamado a Wilson, el turno para el viernes 6 de enero y el tatuaje. El que ahora luce en su pierna izquierda y el que hace que le pidan fotos. “El otro día estábamos en la cancha y la gente me pedía para sacarse fotos”, dijo entre risas Jocías, cuya funda de celular es una imagen de Messi, ¿de quién más?
Como hincha fanático de River, también destacó lo hecho por Julián Álvarez y Enzo Fernández, las revelaciones en Qatar. “En la previa al Mundial yo decía que el mediocampo argentino tenía que ser Enzo, Alexis Mac Allister y Rodrigo De Paul; y adelante Julián, Messi y Ángel Di María”, aseguró. ¿Su sueño? “Conocer a Messi, si algún día se da no sé cómo reaccionaría”. Ahora ya lo lleva en la piel, para siempre.