En Colonia Acaraguá, el productor José Back posee en su propiedad una especie de tomate muy particular, que se denomina chilto o tomate de árbol, tomate del campo o tamarillo. Si bien esta especie no es originaria de este territorio, sí se adaptó muy bien al clima y condiciones de suelo de la tierra colorada.
Aunque no recuerda bien de dónde provino originariamente la planta o semilla de esta especie, Back relató que su padre había sembrado numerosas plantas en su terreno. “En mi sitio tenía tres plantas, creo que es una alternativa más para producir, es muy bueno, porque salen los frutos, se pueden sacar las semillas y continuar, utilizando las semillas o producir plantines”, sostuvo en contacto con PRIMERA EDICIÓN.
Agregó que es un fruto, sin bien de extraña forma bastante similar en su forma a los conocidos como peritas, “son muy nutritivos, se pueden consumir crudos o en salsas, también se podrían preparar en conservas. Es una planta que en el suelo misionero se va a adaptar muy bien, podría tener algunos contratiempos en el invierno, que le puede perjudicar”.
Al mismo tiempo, reiteró lo deliciosa que es la fruta, que tiene una forma ovoide apiculada. Es de color verde y cuando madura cambia al rojo, naranja, morado y amarillo. Según la variedad pueden presentar manchas violáceas longitudinales.
Se lo considera fuente de vitaminas, minerales y micronutrientes, además de poseer propiedades muy valoradas por la medicina alternativa. Pertenece a la misma familia botánica que la papa, el tomate, la berenjena y el pimiento, de acuerdo a un informe elaborado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Nación.
“Una amiga de 25 de Mayo me pidió una semilla para poder sembrar por lo delicioso que es. Incluso si las personas prueban, ya no van a querer los otros tomates”, aseguró el acaragüense de 62 años que actualmente produce en su chacra para consumo propio.
En particular, el chilto es una especie originaria de América Central y del sur que fue domesticada y cultivada por las poblaciones nativas antes de la introducción de otros cultivos por la colonia. En nuestro país se lo puede localizar entre los árboles y arbustos en un estado semisilvestre en la región de las yungas que comprende las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán.
A partir de la experiencia con este cultivo de Back, “la planta comienza a cargarse, dar frutos en octubre-noviembre. Se puede cosechar unas dos o tres veces o hasta quizás más”.

Una especie con abundantes beneficios para el cuerpo
La descripción botánica de esta especie indica que es una planta arbustiva, de tallos semileñosos, se ramifica a una altura que varía entre 1,5 y 2 metros, alcanzando la copa los 3 metros de altura. El follaje es perenne y siempre verde. Las raíces son profundas y muy ramificadas.
Las flores se ubican en la terminación de las ramas y son de color blanco, con franjas de color rosado tenue.
Se desarrolla en estado silvestre en una gran variabilidad de ambientes ya que presenta adaptabilidad desde climas cálidos hasta muy fríos.
Su consumo aporta fibra soluble, la cual es muy beneficiosa para el buen funcionamiento del intestino, impidiendo la constipación.
Algunos estudios plantean la presencia de ciertos compuestos particulares que le otorgan un papel clave en el mejoramiento de algunas funciones en el organismo, ya que ciertos compuestos actuarían como antioxidante, ayudaría a fortalecer el sistema inmunológico, beneficiaría al sistema circulatorio y a reducir los niveles de colesterol en sangre y podría tener efecto antiinflamatorio.