Uno de los líderes de la comunidad mbya guaraní Koenjú, ubicada en el municipio de Campo Grande, Néstor Morínigo, denunció que Asuntos Guaraníes les prohíbe vender limones en Posadas, coartando la posibilidad de generar un pequeño ingreso para las familias guaraníes.
“La directora de Asuntos Guaraníes les prohibió a las familias guaraníes que salgan a vender limones en la calle, pese a que es uno de los pocos recursos para muchas. Son muchas las familias que no tienen casa ni reciben beneficios y lo poco que recaudan con la venta de limones juntan para comprar machimbre para armar su casa”, detalló Morínigo al tiempo que señaló que son varios los caciques que reclaman por esa prohibición que afecta a las familias que menos tienen.
“¿Por qué no nos dejan vender limones? Nosotros no vamos a robar ni a matar personas, vender limones no tiene nada de malo y es la única posibilidad para muchos aborígenes de tener algún ingreso para tratar de mejorar su condición de vida y la de su familia”, argumentó Morínigo.
Reclaman más asistencia
En tanto, señaló que tampoco reciben asistencia con mercaderías de Asuntos Guaraníes, “muchas veces pedimos que nos asistan mensualmente con mercaderías, tampoco logramos que nos ayuden para poder hacer nuestras propias chacras… a los que entregaron herramientas no les dieron semillas o a la inversa”.
Morínigo recordó que en numerosas oportunidades solicitaron al Gobierno que les permita el acceso al Plan Techo a las familias guaraníes, pero no obtuvieron respuestas.
“La mayoría de las familias sí cobran la Asignación Universal por Hijo pero ese dinero no les alcanza para cubrir todas las necesidades, menos este último tiempo con el aumento de los precios. Por eso, tienen que rebuscarse pero resulta que no les dejan vender limones”, indicó.
“Hay mucha necesidad”
Morínigo pidió al Gobierno que no compare la situación de algunos caciques y agentes sanitarios mbya, “que sí perciben un ingreso cercano a los 80 mil pesos mensuales” con la del resto de los integrantes de las comunidades guaraníes.
“Hay muchas familias mbya que no tienen casa, que necesitan mercaderías y ropa… y algunas estaban yendo a Posadas con sus hijos para poder vender limones pero ahora resulta que la fuerza de seguridad nos prohíbe vender por la directiva de Asuntos Guaraníes”.
Para el cacique de Koenjú, “Asuntos Guaraníes le garantiza un ingreso a algunos caciques para que no reclamen nada para su comunidad, pero yo estoy reclamando lo que está ocurriendo en la realidad. Nosotros no molestamos a los que tienen plata, pero pedimos que nos dejen vender nuestros limones para poder rebuscarnos porque en la colonia no hay más trabajo y algunas familias están sufriendo”.
Cuánto recaudan
Según precisó Morínigo, “por cada cinco bolsas de limones que se venda, esa familia logra recaudar 20.000 pesos y eso le permite comprar algo de machimbre para comenzar a armar su casita. También hay que comprar clavos y tirantes”.
Para Morínigo, los políticos se acuerdan de los aborígenes cuando es época de elecciones, “ahí no importa si están o no en la calle, siempre que tengamos Documentos Nacional de Identidad (DNI) para poder votar”.
Finalmente, aseguró que él no recibe ningún fondo o ingreso para poder ayudar a las familias de su comunidad.
“Sabemos que hay un gran presupuesto para los guaraníes pero ¿cuánto llega realmente a las comunidades? En la actualidad, hay cerca de 10.000 guaraníes que no tienen una casa donde dormir en mínimas condiciones. Además, la mayoría de las comunidades mbya guaraníes seguimos sin tener título de propiedad de las tierras que ocupamos desde hace muchos años”, remarcó.
Mendicidad que avergüenza
Hace poco más de una década no se veían guaraníes pidiendo en las calles de Posadas, no porque estuvieran mejor que ahora sino porque era una práctica ajena a su idiosincrasia.
Hoy, las familias mbya viajan a Posadas con el propósito de vender sus artesanías y, desde hace un tiempo, las bolsitas de limones mandarina para el tereré. Vienen los padres con sus hijos y se instalan en las plazas, se protegen del calor y del sol debajo de los árboles. Permanecen varios días antes de regresar a sus comunidades. Si tienen suerte, vuelven cuando ya no tienen nada para vender. Pero si llaman mucho la atención, Asuntos Guaraníes los lleva de regreso a sus comunidades sin su consentimiento.
La postal de la mendicidad del pueblo mbya guaraní genera vergüenza y también mucha frustración.