Quizá cuando marcó ese primer tanto ante Central Córdoba de Santiago del Estero, en la Reserva de River, Alexis González (18) se acordó de todos aquellos instantes que lo trajeron hasta ese momento: el difícil primer año en River, el pase a la pensión, los partidos como alcanzapelotas del entonces equipo de Marcelo Gallardo y la familia que apoyó siempre y se la bancó todas.
Alexis es posadeño, juega al fútbol desde chico y hoy forma parte de la Reserva del equipo Millonario, y en la primera fecha del torneo de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) marcó dos en la victoria por 3-0.
Pero este presente es una suma de instantes, o una consecuencia, que empezaron cuando Alexis tenía siete y su mamá Norma Rodríguez lo llevó al entrenamiento de Atlético Posadas. Tres años después -en abril de 2016-, fue ella misma quien lo retiró de la escuela porque se enteró que la Captación de River haría una prueba de la categoría 2005 ese día en cancha del Decano.
“Tengo una familia muy futbolera. Mi mamá Norma siempre me bancó y mi papá Omar también porque jugó al fútbol, además de mis hermanos Gonzalo, Ezequiel, Matías, Mateo y Tania”, dijo a EL DEPORTIVO.
En esa prueba, Alexis jugó 30 minutos y uno de los captadores, Luis Pereyra, lo apartó y le preguntó dónde estaba su papá. Alexis corrió hasta la tribuna a buscar a Omar, quien escuchó de boca de Luis que el pequeño tenía condiciones y debía volver el jueves a una segunda prueba. “Luis es la persona que desde el día uno me ayudó y estoy siempre agradecido”, aseguró Alexis.
Ese jueves “me avisaron que el domingo tenía que estar en Buenos Aires para presentarme el lunes a una prueba en River”.
La cita estaba hecha, pero la familia González, en la que Omar es albañil y Norma ama de casa, no podía pagar el pasaje con tan poco tiempo de anticipación. Entonces los padres de los otros chicos de la categoría se pusieron la 10, juntaron el dinero y Alexis pudo viajar a Núñez. “Eso no me lo olvido nunca. Me bancaron mucho los padres de mis compañeros y mi entrenador Rodrigo Cabrera, también”.
En la familia había sensaciones encontradas. Omar quería que viaje, pero Norma dudaba porque Alexis tenía apenas 11 años. Así y todo, ese domingo viajó con Norma a Buenos Aires. “Yo no entendía nada, era muy chiquito. El lunes me presenté a entrenar. Estuve a prueba dos días y me avisaron que había quedado. Ni yo lo creía. Para mi familia fue un regalo porque son todos de River”, aseguró.
Su mamá se quedó dos semanas pero tuvo que volver. Como la pensión estaba repleta, Alexis tuvo que vivir en un departamento a una hora del club, con dos compañeros de su categoría y sus padres.
No la pasó nada bien. Extrañaba y veía muy poco a su familia, que vendió empanadas y hasta una radio para viajar a verlo cuando podían. “Ese 2016 fue más lucharla que disfrutar. Cuando mi vieja se volvió me la pasé llorando. Volvía de entrenar y lloraba”, recordó el joven.
Su mamá quería que se vuelva a Misiones. Fue Luis Pereyra quien insistió. “Luis me decía que el primer año siempre cuesta, pero que lo lindo viene después”. Y tenía razón. En 2017 se mudó a la pensión de River y todo cambió. “Fue mucho más fácil. Acá tenés todo, no te falta nada. Además convivís con chicos, no te aburrís nunca”.
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Siguió entrenando, sumando minutos y momentos. En octava, con 15 años, fue alcanzapelotas en varios partidos del entonces equipo de Gallardo, por el torneo local. “Es una locura ver a todos los jugadores, a la gente”.
Además, se dio el lujo de alcanzarle una pelota a Lionel Messi, cuando estuvo al borde del campo de juego en el duelo que Argentina derrotó a Uruguay por 3-0 en las Eliminatorias rumbo al consagratorio Qatar. “Me acuerdo que cuando le alcancé la pelota a Messi… temblaba. Son momentos únicos”. Si bien no pudo tener la foto con Leo, en su Instagram están las que se sacó con Rodrigo De Paul, el “Papu” Gómez y Leandro Paredes, a la postre campeones del mundo.
“Todo ese momento compensa ese primer año. Valió la pena el esfuerzo porque después van llegando las cosas buenas, como ahora”, aseguró.
Y dice ahora pero esa historia también tiene un inicio: en abril de 2022 subió a Reserva. Pasa que la descosió en un torneo en Estados Unidos con la 2005 y volvió en los papeles de Marcelo Escudero, entrenador de Reserva, que lo probó y lo sumó. “Cuando me confirmaron se me vinieron una banda de cosas a la cabeza”. Omar y Norma lloraron.
El primer año arrancó en el banco y tuvo que ganarse el puesto, además de que cambió de posición: sus inicios fueron como mediocampista o enganche, pero en el Millo lo trabajaron como delantero. “Tengo técnica y buen juego aéreo”, aseguró.
El jueves pasado tuvo su debut en el torneo y en las redes. Con Demichelis en la tribuna marcó dos para encaminar la victoria por 3-0 de River ante Central Córdoba. “Mi mamá estaba re emocionada porque ahora puede ver los partidos por la televisión. Igual el mes que viene vienen para acá”, confió. El sueño sigue siendo jugar en Primera y, algún día en la Selección. Habrá que seguir sumando momentos.