La Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro) publicó el viernes 10 de febrero una nueva edición del “semáforo de las economías regionales” donde analizó la situación de todas las producciones del país y determinó que las de Misiones, puntualmente, se encuentran entre estado de “crisis”, con “señales de crisis” y en “advertencia”.
La entidad publica esta herramienta para que el productor agropecuario pueda hacer un seguimiento de los indicadores de cada rubro con cifras que surgen del análisis realizado durante diciembre de 2022. El “Semáforo de Economías Regionales” busca simplificar la complejidad y heterogeneidad de la producción en el campo hacia una herramienta visual de análisis.
Al respecto el presidente de Coninagro, Elbio Laucirica, expresó que “el 90% de nuestras economías regionales están en crisis, no solamente por la sequía, sino por las inclemencias climáticas en su conjunto como granizo y heladas, pero además de estos factores coyunturales o circunstanciales, volvemos a recaer sobre la falta de políticas públicas sostenibles que otorguen previsibilidad”.
“De esta manera no estamos aprovechando oportunidades de lo que demanda y requiere el mundo, como biocombustibles y alimentos saludables producidos en ambientes sustentables”, remarcó el productor de Rauch.
Producciones misioneras
La producción de bovinos es la que peor se encuentra, calificada en situación de “crisis” o semáforo rojo. Atraviesa una tormenta perfecta: costos en alza, precios estancados y problemas de sequía regionales. Días atrás, Darío Bruera, presidente de la Federación de Asociaciones Rurales de Misiones, dijo que los ganaderos están trabajando a pérdida: “Hoy el productor para poder mantenerse está vendiendo capital. Está vendiendo stock de hacienda. El productor se está descapitalizando y a la larga eso va a traer consecuencias”, indicó.
Con “señal de crisis” se encuentran otras actividades como dulces cítricos que sufren “menor calidad en el NEA y precios en alza por falta de fruta”; yerba mate que se presenta con “panorama complicado”; y porcinos donde “los números no cierran por ningún lado para los productores formales”.
Al mismo tiempo, en estado de advertencia se calificaron a las siguientes producciones: tabaco que se encuentra “esperando los resultados de la cosecha”; mandioca que está en una etapa de “recuperación de precios” pero “la producción deberá esperar”; y la actividad forestal “con incertidumbre por la baja dinámica de los mercados en precios al productor”.
En el caso del tabaco, hay problemas determinados por la macro economía nacional. Por eso desde las provincias se le pide a la Nación dos medidas: que elimine las retenciones de 12% para las exportaciones (el 90% del producto va afuera) y que fije un dólar exportador diferencial con precio de $250 similar al que se otorgó para los sojeros. Hasta ahora la Nación no atendió ninguno de los pedidos.
En el caso de la mandioca es diferente: entre las sequías de los últimos tres veranos y las heladas del último invierno, la producción casi fue nula y no se desarrolló. El mercado sufre escasez debido a que el Gobierno nacional tampoco deja importar ni raíces ni almidón.
Aumento de costos: afecta al mercado y a la parte productiva
Desde el Área de Economía de Coninagro afirmaron que el estudio “muestra a la mayoría de las producciones en rojo, algunas en amarillo, y el principal factor entre el negocio, la esfera productiva y también el mercado, sigue siendo el aumento en los costos, con algunas recomposiciones de precios puntuales”.
“La parte productiva y de mercado son las más afectadas. En la zona donde puede haber producción se levanta el precio pero por faltante, y en otras zonas está afectando la sequía, la reducción de superficies sembradas respecto a campañas anteriores”, indicó la técnica Silvina Campos Carlés, a lo que agregó: “También se observan stocks disminuidos o no tan recuperados, excepto en ganadería que se espera un poco más de stock pero hacia adelante. En lo referido al mercado local, el consumidor no está validando subas en cantidades y en el plano internacional no se prevén subas importantes en valores”.
En otro orden, se expresó Juan Salvay, consejero de Coninagro en Córdoba, y productor de granos: “Venimos de un tercer año con La Niña entonces comenzamos sembrando una fina con poco perfil de agua, el cultivo se fue desarrollando bien, con algunas lluvias intermedias, pero después las heladas tanto tempranas como tardías hicieron que fracasara la cosecha fina, especialmente el trigo, reportando pérdidas de entre el 50/70%”, lamentó.
Para otorgar un panorama federal, el productor citrícola Nicolás Carlino, consejero de Coninagro y presidente de Fedecoop, evaluó la situación en la zona del litoral: “Venimos de 3 años muy complicados, con un déficit hídrico muy marcado en la provincia. Esa falta de agua se está notando fuerte, para ejemplificar, en la zona centro sur de Corrientes en el 2022 llovió un 47% menos que la media normal. No reponer esa falta de agua nos ha llevado a una crisis en todas las actividades productivas”.
El dirigente comentó: “Desde el INTA se estimó que el sector ganadero en la zona centro sur de Corrientes, entrará al invierno solamente con un 20% de la reserva de materia seca o pasto para que los animales puedan pasar el invierno. Pasaremos de 4 mil kilos de materia seca a 1 mil kilos para alimentar a animales. Eso no podemos suplirlo con verdeo, no tenemos agua y se viene un panorama complicado”, sostuvo Carlino.
“Al empezar a caer la oferta el precio puede aumentar, el productor no maneja eso, es un tema de mercado y demanda. Con la caída de la producción, sumada a la demanda sostenida y la baja oferta, los precios pueden aumentar. En enero, la producción citrícola se ha quedado sin fruta en cámara, algo impensado para la época y el productor pasó a trabajar la fruta en cámara, lo que supone costos de cosecha, proceso, energía eléctrica, entre otras y a veces en esa distorsión la fruta pierde calidad y calibre, que sería el tamaño”, concluyó.