La violencia escaló en la zona Sur de Posadas y uno de sus nuevos capítulos se registró ayer a las 5, cuando fue alertado el Centro Integrado de Operaciones 911 para que ambulancias y efectivos de la comisaría Decimoprimera concurrieran a asistir a un joven que se desangraba frente a su casa en el barrio San Lorenzo tras ser atacado a puñaladas por una patota del barrio A4.
Abel Ignacio Prence tiene 20 años y permanece en estado crítico internado y conectado a un respirador en el Hospital Ramón Madariaga.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, fue víctima del ataque de un grupo de muchachos que residen en el complejo habitacional mencionado y con el que mantienen constantes “picas” o enfrentamientos.
El ataque de ayer se inició cuando se realizaba una fiesta privada en el barrio San Lorenzo, en una vivienda familiar a metros del playón deportivo.
Las primeras voces en contacto con este diario apuntaron que los jóvenes de A4 no estaban convidados al encuentro y que apenas se aproximaron se oyeron gritos y amenazas.
Según las mismas fuentes, tres muchachos fueron directamente a buscar a Abel Prence, quien no se alejó del lugar pero tampoco imaginó que uno de sus adversarios tenía un cuchillo o puñal que se lo incrustó dos veces en la espalda a la altura del hígado.
Prence comenzó a correr en dirección a su casa, a cuatro cuadras de calles angostas empedradas. Sus gritos y fuerzas le permitieron llegar hasta el portón de acceso. Allí cayó seminconsciente y fue ayudado por sus padres hasta la llegada de los policías y la unidad de emergencia del hospital central.
Fotógrafo y cronista de este medio recorrieron el barrio y los sectores mencionados y dialogó con vecinos. Varios de ellos -ninguno quiso identificarse por temor- coincidieron en que la violencia, principalmente este tipo de peleas entre grupos de jóvenes de ambos lados de la avenida Cabo de Hornos, aumentaron durante los últimos meses y existe miedo a transitar a determinados horarios por el exceso en el consumo de bebidas alcohólicas y estupefacientes.
En el caso de Abel, quienes lo conocen remarcaron que no es un joven al que lo vinculen como generador de episodios violentos o actividades delictivas, pero que tampoco tiene paciencia o el temple necesario para evitar estas peleas con A4.
Las primeras pistas o declaraciones informales que obtuvieron los pesquisas de la Unidad Regional X, destacan que dos jóvenes estarían identificados por el ataque.
Interviene el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor y el fiscal René Germán Casals.