Un individuo fue condenado a 13 años de prisión tras admitir los abusos sexuales reiterados a su hijastra desde que tenía 6 años, señalaron fuentes del caso.
El acusado, un ayudante de carpintería de 36 años, acordó en el marco de un juicio abreviado la citada pena, acompañado por su abogado y ante el fiscal del Tribunal Penal de Eldorado, Federico José Rodríguez.
Los hechos descriptos en el expediente habrían sido perpetrados desde la mencionada y temprana edad de la víctima y se prolongaron durante ocho años (actualmente la menor tiene 14 años), cuando el individuo y luego de las denuncias fue detenido por la policía.
La familia de la niña, compuesta por su madre y su medio hermano pequeño, residió en distintos puntos del Alto Paraná (en algunos casos en la vivienda de los abuelos, tanto paternos como maternos) hasta que finalmente se radicaron en la localidad de Puerto Esperanza, donde se produjeron la mayoría de los ataques sexuales, siempre conforme a la resolución.
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Pesadilla
Según figura en el acta de juicio abreviado, al principio fueron manoseos hacia la niña, y posteriormente fueron accesos carnales, según se corroboró luego mediante los informes periciales y médicos que hubo durante la instrucción de la causa.
El individuo aprovechaba la ausencia de su pareja y madre de la menor, quien tenía que trabajar, para perpetrar los abusos, siempre bajo el mismo techo en el que convivían y en distintos horarios que podían ser tanto diurnos como nocturnos.
En algunos casos le ordenaba al hermano más chico de su hijastra “a que vaya a jugar afuera”, evitando de esta manera que hubiera testigos de su accionar.
También la atacaba de madrugada cuando todos descansaban o cuando la menor iba al baño iba tras ella y la sometía, indicó la citada resolución.
No obstante, las peores situaciones comenzaron a darse cuando la víctima comenzó a intentar defenderse de los ataques de su padrastro, tras lo cual comenzaron las amenazas.
Por lo general eran contra los seres queridos y más cercanos de la niña, ya que le decía que “a su hermano le iba a pasar lo peor” y que “si él iba preso iba a negar todo” y “que su abuela no la iba a querer y tampoco sus tíos”. Finalmente le decía en forma intimidante que “la iba a matar”.
En determinado momento y según habría relatado la víctima, la ató de pies y manos con alambres para abusarla y que le colocó un trapo en la boca para que no pudieran escucharse sus gritos o pedidos de auxilio, según figura en el expediente. La abuela materna habría sorprendido un día al acusado atacando a la menor y fue allí que luego fue detenido.
El imputado aceptó la condena de 13 años de prisión por los delitos de “abuso sexual simple agravado por ser el autor encargado de la guarda y por haberse cometido contra una menor de 18 años, aprovechándose de la situación de convivencia preexistente en concurso real, con abuso sexual con acceso carnal agravado por ser el autor encargado de la guarda y por haberse cometido contra una menor de 18 años aprovechándose de la situación de convivencia preexistentes y estos a su vez concurren idealmente con el delito de corrupción de menores agravado por la edad de la víctima y por haberse cometido con violencia, amenazas y por ser el autor encargado de la guarda, hechos todos desplegados de forma reiterada en un número determinado de veces y en calidad de autor”, indicaron las fuentes consultadas.