En diciembre se cumplieron seis años del “milagro de Nochebuena”, como llamaban todos al caso de la policía misionera Amelia Bannan y su hijo Santino.
Tras meses de estar en coma producto de un accidente automovilístico, el 24 de diciembre de 2016 Amelia en estado de inconsciencia dio a luz a su hijo Santino que, contra todos los pronósticos, se convirtió en un niño fuerte, sano y sin ninguna secuela del accidente.
A seis años de ese episodio, que pudo ser trágico pero fue milagroso, PRIMERA EDICIÓN contactó a la familia Bannan para conocer cómo siguió la vida de Amelia y de Santino que, según su tío César, sorprende a todos con su inteligencia y espíritu inquieto.
“Ella está con rehabilitación neurológica, va al kinesiólogo, al gimnasio y controles médicos nada porque está sanita, está como siempre. Si bien se acuerda más de todo lo que pasó antes del accidente, le reconoce a Santino como su hijo. Está muy sanita”, explicó César Bannan, hermano de Amelia.
Además, gracias al trabajo que realiza con su acompañante terapéutica y en el gimnasio con César, Amelia va adquiriendo cada vez más independencia.
En cuanto al pequeño Santino, César admitió que mientras más grande se hace, más va conociendo la historia de cómo fue su llegada al mundo. Sobre eso explicó: “El otro día le mostraba un videíto de lo que había pasado (en referencia al accidente y su nacimiento), y cómo eso pasó en los medios nacionales; y él quedó meditando y ahora le mima mucho más a Amelia, están mucho más pegados”.
Además admitió que toda la familia colaboró con la recuperación de Amelia y la crianza de Santino. La buena noticia es que el niño “no tiene ninguna de las secuelas que los médicos habían dicho. Él es 100% activo en el jardín, es el líder del grupo, es un genio y no se queda quieto nunca. El otro día fue a la escuela y le contó a los chicos la historia de San Martín”, agregó César con un tono de evidente orgullo.
Finalmente, el hermano de Amelia se tomó un tiempo y explicó que el gran deseo de su hermana es volver a incorporarse activamente a la Policía realizando alguna tarea, aunque sea mínima. “Ella puede estar en la guardia tomando nota de quienes llegan o realizando alguna tarea, ahora le dieron seis meses más de licencia”.
Eso, no solo para que se mantenga ocupada sino para que “no se retire percibiendo la mitad de su sueldo porque ella tiene un hijo que criar”, finalizó.