Este viernes se llevó adelante la tercera jornada del juicio contra Martín Fernando Monzón (39), quien es juzgado por “homicidio agravado por el vínculo”, por atacar con un cuchillo de carnicero a Horacelia Génesis Marasca de 16 años, quitarle vida y descartar su cuerpo descuartizado en bolsas de basura en varios basureros y alcantarillas de Villa Cabello, durante la madrugada del 17 de agosto de 2015.
En esta fecha, pasaron por el banquillo del Tribunal Penal 2 de Posadas para prestar declaración seis testigos, entre quienes se encontraba Norma Beatriz Benítez, madre de Horacelia y quien denunció violencia previa que ejercía Monzón hacia su hija.
En primer lugar señaló que no tenía relación con el imputado ya que no se sentía cómoda con que su hija saliera con un hombre mayor. “No podía tener una estrecha relación como con un yerno agradable“, dijo. Además, detalló que la víctima conoció al imputado cuando “entró a trabajar en la casa de él para cuidar de la madre de Monzón quien estaba en silla de ruedas“.
Recordó que pasados los primeros días luego de que se denunciara la desaparición de Horacelia, “el señor Monzón vino hasta mi casa y me dijo: ‘Señora acá le traigo una denuncia que yo le hice a su hija, cuando aparezca no tiene derecho a reclamar nada’. Supuestamente se había fugado con otro hombre, eso me dijo textualmente, se presentó en mi casa y me dijo eso mirándome a la cara“.
Contó que no sabía demasiado respecto de la relación del imputado con su hija ni de la situación de violencia por la que atravesaba la joven “porque ella se reservaba mucho”, pero que unos días antes de que ocurriera el homicidio “ella vino a mi casa a contarme que lo había dejado porque él la había violentado. Me contó todos los detalles, que le había agarrado del cuello, que la quiso ahorcar, que la tenía sujetada y tuvo que intervenir una amiga para que la libere“.
Luego de que su hija le relatara esa situación, su madre quiso acompañarla a realizar la denuncia, pero a la mañana siguiente la joven ya había regresado a su hogar en Villa Cabello. En sus palabras, la joven habría intentado denunciar a su pareja en reiteradas ocasiones, pero no le habrían tomado la declaración por ser menor de edad.
Lamentó que luego de que ocurriera el homicidio se fue enterando de los episodios de maltrato de habría sufrido la joven hasta el último día. “Después de la muerte de mi hija vino mucha gente a decirme que fue testigo de cómo este hombre la maltrataba, se enojaba con ella y le sacaba todo, le dejaba sin comer, que tenía que recurrir a los comedores para poder alimentarse“.
Por otra parte, recordó que al sentir que la investigación avanzaba muy lenta, decidió ir al barrio a investigar por su cuenta. Fue así que dio con una mujer del barrio quien le relató que, según le había contado otra vecina, el día que tuvo lugar el homicidio “se escuchaba que estaban a los gritos y discusiones, seguido de gritos de auxilio, después hubo un golpazo, luego silencio y después no supo más nada“.
“Le pregunté a la vecina porqué no hizo la denuncia, y me pidió disculpas, pero que no hicieron nada porque tenían miedo de las represalias, porque esta persona (por Monzón) tiene una junta jodida“, señaló.
Sobre su hija, Benítez comentó que “era una chica que quería trabajar, eran nueve hermanos y yo estaba sola en la crianza porque el padre había fallecido, y ella quería ayudarme, por eso quería trabajar“.
“En ese proceso que estaba viviendo con ese hombre (por Monzón), quería terminar sus estudios porque quería ser policía, se había marcado metas para salir adelante. Ahí saltaron los celos de Monzón porque supuestamente hablaba con el sereno de la escuela“, continuó.
Por último criticó el argumento de la defensa, que planteó que las heridas que llevaron a la muerte de Horacelia fueron accidentales, producto de un forcejeo en plena discusión. “La defensa dice que fue en defensa propia… una te puedo creer, pero tres puñaladas y de la magnitud que fueron te dice todo“.