Siempre nos hablan de soltar, de dejar ir, de fluir y muchas personas entienden que lo que nos están pidiendo es dejar de sentir, de dejar de comprometernos con los problemas de la familia, los hijos o la vida en general.
También se nos dice que así todo pasa con más armonía. Todo lo que ocurre en el universo está más que perfecto, todo lo que tiene que ocurrir es eso precisamente, lo que está ocurriendo.
Las almas sanan, somos seres de luz que vinimos a vivir una experiencia humana y como tales vamos cocreando realidades.
Causalmente lo que le ocurre a otros también es lo que tienen que vivir o experimentar. Lo que no está en nuestras manos cambiar tenemos la obligación de dejarlo, soltar, aceptar y bendecir el camino. Pero ¿qué más podemos hacer? Leer esta fantástica reflexión que nos llevará a entender todo y nos hará más libres, más adultos, más comprensivos.
La abogada Verónica Zapata Icart define la vida: “Todo lo que sea para ti, te encontrará”.
Mientras tanto respira, sonríe, agradece y guarda silencio. Camina tranquilo, disfrutando del paisaje y del camino sin hacer del sendero un medio para un fin. Zambúllete en el viaje hacia este instante eterno aquí y ahora, y retírate dentro de ti mismo, sobre todo, cuando necesites compañía.
Suelta. Sólo suelta. No persigas a nada ni a nadie porque al perseguirlo lo ahuyentas, lo alejas. Deja que el universo ordene las energías y tú, relájate, disfruta del concierto de imágenes, de la orquesta de sabores y de la sublime sinfonía de aromas y sonidos.
Todo lo que esté destinado a NO suceder, no sucederá por más esfuerzos que se hagan.
Todo lo que esté destinado a suceder, sucederá por más esfuerzos que se hagan para impedirlo.
Ésta es la única y santa verdad. Todo lo que sea para ti, te encontrará, pues aunque aún no lo creas y todavía no lo sientas: Todo en este sueño ya está escrito.
Mientras tanto respira, sonríe, agradece, guarda silencio y deja que la existencia simplemente haga su trabajo. Tan sólo deja que el cosmos orqueste su plan divino.
Déjate sorprender por la vida y confía que tu plan del alma es perfecto.
* Por Verónica Zapata Icart.