Claudia Karabyn tiene 50 años y hace 15 se convirtió en paciente renal, cuando le diagnosticaron nefritis intersticial crónica a partir de los controles médicos anuales que se hacía, porque no había presentado síntomas.
La mujer recordó que al enterarse de esta condición, en un principio se preocupó por la manera en que debía reorganizar su vida para salir adelante: “Tenía que hacer cambios en cuanto a la alimentación, que debe ser baja en proteína y sodio; soy casi vegana. Hago mucha actividad física y tengo que tomar dos litros o más de agua por día, nada de sal y la comida siempre hecha en casa”, explicó.
Sin embargo, las adaptaciones no sólo suceden en el plano físico, sino también en los hábitos y la forma aceptar que debía vivir con la enfermedad. Por eso, admitió que el apoyo de los psicólogos fue indispensable para aceptar paulatinamente el diagnóstico.
“Primero tomaba 7 u 8 pastillas por día, después me fueron sacando de a poco y haciéndome pruebas hasta que fui mejorando sin tanta carga de medicamento. Por supuesto mi diagnóstico no cambió, pero hasta ahora la vengo peleando, estoy en un estadio 4 estable y hasta el momento no necesité terapia de reemplazo como la diálisis”.
Un medio para crear y distenderse
Por un lado, Claudia se comprometió a cumplir su tratamiento médico para tratar de llevar una vida saludable; y por otro, afrontó el desafío de emprender un camino artístico. Y es que a partir del diagnóstico y entre todos los cambios que esto supuso, incursionó en el mundo de la pintura.
“El arte fue lo que me rescató y me ayudó a salir adelante, eso me ayudó a descubrir mi talento que estaba oculto”, manifestó.
Y a su vez, amplió que puede llamarse “arteterapia” a cualquier actividad relacionada con las artes plásticas que tenga como objetivo promover un proceso de expresión y sanación emocional o psíquica. La pintura, en este caso, es una herramienta importante para sobrellevar el diagnóstico de enfermedad renal crónica.
Para conmemorar el Día Mundial del Riñón, Claudia Karabyn donó dos de sus pinturas al Centro Único Coordinador de Ablación e Implantes Misiones (CucaiMis) para concientizar sobre el cuidado de los riñones.
“Me acerqué al Cucaimis con mis obras de arte porque es una forma de devolver un poco todo lo que recibí de los profesionales en cuanto a asistencia, siempre me sentí respaldada y acompañada por el grupo humano del Cucaimis y por los médicos del Servicio de Nefrología; lo que hacen por nosotros es impagable. Pinto desde más o menos los 45 años y soy autodidacta. Creo que es algún don que andaba por ahí, me encantó hacerlo y colaborar como una forma de concientizar y ser parte de eso, creo que las campañas de concientización son importantes y lo bueno es aportar desde lo que uno sabe y lo que uno es”, finalizó su relato Claudia.