Tres niños y tres adultos fueron muertos este lunes a tiros en una escuela primaria de Nashville, en el sur de Estados Unidos, por una joven que luego fue abatida por la Policía, informaron autoridades.
La mujer estaba armada con “al menos” dos rifles de asalto y una pistola y abrió fuego dentro del colegio The Covenant School, dijo el vocero de la Policía de Nashville.
Policías acudieron al lugar y, tras escuchar disparos en el piso de arriba, subieron “inmediatamente” y “mataron” a la atacante, dijo el portavoz, Don Aaron.
Un rato después, la fuerza detalló que la joven tenía 28 años y era residente de Nashville, y agregó que al parecer fue alumna de la escuela donde cometió el ataque.
Finalmente la autora de la masacre fue identificada como Audrey Hale, exestudiante de la institución, “y es transgénero”, informó el jefe de policía de Nashville, John Drake.
Según la Policía, la joven efectuó numerosos disparos a medida que caminaba por el establecimiento, que tiene alrededor de 200 estudiantes y 40 empleados.
“Tres alumnos y tres adultos resultaron heridos de muerte”, afirmó el Aaron, que aseguró que no había más víctimas, informó la agencia de noticias AFP.
El Hospital Universitario Vanderbilt de Nashville confirmó la muerte de los niños: “Tres pacientes pediátricos han sido trasladados al Hospital Pediátrico Monroe Carell Jr. de Vanderbilt, todos ellos con heridos de bala. Los tres han sido declarados muertos tras su llegada” al centro sanitario, informó el establecimiento en un comunicado.
El presidente estadounidense, Joe Biden, volvió a pedir al Congreso que aprobara su prohibición de armas de asalto tras el tiroteo de Nashville. “Es desgarrador, la peor pesadilla de una familia”, dijo.
La primera dama Jill Biden también habló sobre el tiroteo: “Estoy realmente sin palabras. Y nuestros hijos merecen algo mejor”, dijo durante una conferencia de la Liga Nacional de Ciudades en Washington.
Los ataques en escuelas se volvieron frecuentes en Estados Unidos, en parte por la facilidad de acceso al mercado de las armas, pese a varias iniciativas para restringir justamente el porte.
Como reacción al drama, la Casa Blanca insistió en su reclamo al Congreso para que vete el uso de rifles.
“Demasiado es demasiado”, afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, que se preguntó cuántos niños tendrán que morirse “para que los republicanos del Congreso” los prohíban.
Pese a la movilización de más de un millón de manifestantes en 2018, el Congreso de Estados Unidos no adoptó una ley ambiciosa porque muchos congresistas aparecen muy influenciados por la Asociación Nacional del Rifle (NRA), un grupo de presión a favor del uso de armas por civiles.
Fuente: agencia de noticias Telam