Las primeras versiones e hipótesis son opuestas: una muerte accidental en un intento por detener a tres presuntos ladrones de casas o un caso de gatillo fácil. Cualquiera de las posibilidades tienen un resultado irreversible: el homicidio de “Telito”, un adolescente de 16 años que recibió el balazo del arma reglamentaria de un comisario inspector de la Policía de Misiones.
Ocurrió ayer a las 0.30 cuando Justo Horacio Bareiro descansaba en su hogar cuando fue alertado de que en la vivienda de enfrente, tres muchachos intentaban ingresar a la casa de sus parientes.
El comisario y subjefe del Comando Radioeléctrico 1 (Unidad Regional I), según la versión de la fuerza de seguridad provincial, reaccionó de inmediato con el arma en mano, una pistola, salió hacia la calle a dar la voz de alto.
De acuerdo a los primeros informes, tras instar a que se detengan los presuntos ladrones, sonó el balazo que le costó la vida a “Telito”, menor con registros de delitos contra la propiedad reiterados y que reside en el complejo habitacional A3-2, en la misma zona sur posadeña.
Los supuestos cómplices de la víctima no se detuvieron y continuaron su fuga a pie por la costanera del arroyo Zaimán hacia la exruta 12, hasta desaparecer de Villa Poujade.
Se dio aviso al CIO-911 y, en pocos minutos, patrullas de la comisaría Octava, entre otras de la Unidad Regional X, además de los altos mandos de la Policía de Misiones arribaron al lugar a la par del juez de Instrucción 7, Miguel Mattos y sus secretarios para tomar las primeras medidas.
La orden de Mattos fue directa e inmediata, dar aviso a Gendarmería Nacional y apartar a todos los efectivos de policía de las inmediaciones.
De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, mientras los peritos del Escuadrón 50 realizaban su labor el comisario inspector fue trasladado detenido a la Unidad Regional X en el barrio A4.
La primera versión que surgió de voces policiales fue la que en una maniobra accidental se le disparó el arma a Bareiro porque habría caído al intentar repeler el intento de robo y se lastimó un brazo, el derecho. Esta lesión habría quedado registrada pero costaría relacionarla directamente con la detonación del arma y principalmente por la zona del cuerpo en la que le ingresó el proyectil a la víctima, en el pecho, la axila derecha según las fuentes.
Este Diario recorrió la zona y dialogó con vecinos y todos señalaron que escucharon gritos y un solo estampido de bala.
También señalaron que la vivienda de la calle 158 y 47, en menos de siete días fue víctima de dos robos con la misma modalidad, “escruche”, y que le provocaron la pérdida de dos garrafas de gas y herramientas, entre otros elementos. Si el presunto robo de ayer se concretaba, habría sido el tercero en el inmueble donde residen los padres del comisario detenido e investigado ahora por homicidio agravado por su condición de funcionario público.
También se resaltó que los episodios de inseguridad aumentaron en Villa Poujade y que la comisaría Octava no contaría con los recursos suficientes para aliviar la tensión. Denuncias por arrebatos modalidad “motochorro” con víctimas mujeres a quienes le arrancan carteras y celulares se replican y ya dejaron de sorprender.
Cámaras de seguridad del 911 en las calles del barrio no hay tampoco y las particulares son muy pocas.
En cuanto al comisario Bareiro, sus vecinos lo definieron como “intachable” pero también admitieron que aunque se le cayera la pistola accidentalmente no debía haberla llevado sin seguro. Más aún cuando en el caso de “Telito” que no tenía ningún tipo de elemento o arma con el que pudiera haberlo atacado.
Distancias y coincidencias del proyectil con el arma reglamentaria secuestrada deberán ser determinadas por las pericias en criminalística de la Gendarmería.

“No es sensación”
Entre los vecinos imperaba ayer el miedo o tensión por presuntas represalias de allegados al adolescente muerto. De esta situación de destacó que ninguno de los consultados quisiera aportar información si no era de manera anónima.
“Tenemos miedo, la inseguridad no es una sensación, roban a toda hora cualquier cosa de nuestras casas y en la calle nos asaltan motochorros. Dejó Villa Poujade de ser un barrio tranquilo de familias de clase media y trabajadora. Ahora somos víctimas de los ladrones, como sucede en toda la zona sur, en el centro sobran los policías y a nosotros no nos cuida nadie, salvo las rejas, serenos y alarmas”.
Vecinos piden más policías
Laura Flores, presidenta del Foro de Seguridad de Villa Poujade, dialogó ayer pocas horas después de trascendido el crimen con la FM 89.3 Santa María de las Misiones. Contextualizó al respecto: “Lastimosamente nuestro barrio está sufriendo la inseguridad hace seis meses de manera preocupante y por ello formamos el foro, este equipo de seguridad. A mí me robaron motochorros a la vuelta de mi casa cuando caminaba y por ello decidí integrarme a las demás víctimas para requerir y coordinar medidas que lleven tranquilidad al menos a todos”.
“Nos juntamos los vecinos y con nuestro equipo nos sumamos al foro ya en marcha que trabaja con la comisaría Octava. Somos parte de la jurisdicción. Registramos robos todas las semanas, dos cada siete días (…) Solicitamos un puesto permanente de policía en el barrio, se necesita porque la comisaría está alejada y acá ya es imperiosa la presencia permanente”.
“En este barrio los vecinos se conocen todos, es lamentable lo que le ocurrió a la familia de este comisario (Justo Bareiro), los padres son jubilados y en pocos días ya le habían robado dos veces, ya teníamos conocimiento y lo alertamos a la seccional Octava para que refuercen las recorridas de patrullas. Uno de los vecinos nos contó que el intento de robo (el tercero) se produjo pocos minutos después del paso de un patrullero. Por eso pedimos un puesto de control fijo”.
Agregó que existen zonas puntuales de periódicos episodios de inseguridad: “En las paradas de colectivo de la ruta nacional 12 después del arroyo se suceden asaltos constantes a mujeres y chicos. Son zonas rodeadas por baldíos y de noche falta iluminación, ya lo reclamamos también”.