El papa Francisco señaló que “el lawfare empieza por los medios de comunicación” que arman un “sumario grandísimo” que alcanza para condenar a una persona y llamó a la clase política a “desenmascarar una Justicia que no es justa”.
“El lawfare empieza a través de los medios de comunicación, que descalifican y meten sospecha de un delito. Se hacen esos sumarios grandísimos y para condenar basta el volumen de ese sumario, aunque no se encuentra el delito”, señaló Jorge Mario Bergoglio durante una entrevista con C5N grabada antes de su reciente internación por una afección respiratoria. Este sábado ya fue dado de alta.
Y señaló que “así condenaron a Lula” da Silva, actual presidente de Brasil, y recordó que con la exmandataria Dilma Rousseff “no pudieron”. En ambos casos, explicó Francisco, no lograron acreditarles delitos.
“Lula estuvo 19 meses en la cárcel acusado de corrupción, mismos cargos que el Congreso Nacional usó para destituir a Rousseff en 2016, una mujer de manos limpias, excelente mujer”, indicó.
En una amplia conversación con el periodista Gustavo Sylvestre, el papa Francisco habló de todo: la lucha contra los abusos en la Iglesia, la guerra en Ucrania, la búsqueda de la paz, la política en Argentina, el avance de la ultraderecha, el valor del patriotismo y el odio en la sociedad.
Además, abordó temas como la popularidad de las Iglesias evangélicas en América Latina, la instrumentalización de la Justicia, los pecados del periodismo, su vínculo con los privados de libertad y su visión sobre la mujer.
Coincidencia con Cristina Kirchner
En el contexto de sus diez años de Pontificado, el Santo Padre también ahondó en sus comentarios sobre asuntos relativos a la Argentina, y concretamente a un tema ampliamente comentado por la vicepresidenta, el lawfare, o sea, la instrumentalización de la Justicia para condicionar los procesos políticos progresistas.
En este sentido, el Santo Padre marcó: “Con el olor del delito, a veces el humo te lleva al fuego del delito. Otras veces es un humo que se pierde porque no tiene fundamentos. El lawfare usa el humo del delito como realidad y empieza con los medios de comunicación a dejar a la persona en offside”.
Y expresó que “un juez siempre crea jurisdicción, pero tiene que ser armónico con el derecho”, aunque advirtió que “cuando te encontrás un juez que crea jurisdicción opuesta al derecho, es un chantapufi”.
El mes pasado, Cristina Kirchner volvió a denunciar que el lawfare es el mecanismo que se usa desde los estrados judiciales para condicionar los procesos políticos progresistas.
“No nos persiguen porque somos populistas. Nos persiguen porque igualamos sociedades, por la justicia social y por el derecho de los trabajadores a participar en el producto bruto de lo que producen”, aseguró Cristina durante el III Foro Mundial de Derechos Humanos rodeada de expresidentes que acompañaron sus mandatos como Evo Morales (Bolivia), José Luis Rodríguez Zapatero (España), Rafael Correa (Ecuador), Ernesto Samper (Colombia) o José “Pepe” Mujica (Uruguay).
“No fue solamente la economía sino lo que pudimos reconstruir en materia de derechos humanos. No nos van a perdonar nunca”, agregó la vicepresidenta en el mismo foro.
Por su parte, el Papa afirmó ante C5N que “los resultados del lawfare se ven en Argentina” y sugirió que “hay que alzar la voz, hay que decir cuando existe una irregularidad. Los políticos tienen esa misión de desenmascarar una justicia que no es justa”.
“Los discursos del odio en medios de comunicación y redes sociales, la estigmatización del que no piensa igual, hasta querer inclusive suprimir su vida y la violencia son el signo contemporáneo de las nuevas derechas. No basta con el imprescindible repudio o la necesaria condena…”, escribió Cristina en enero en Twitter.
Internismo y pertenencia
Por último, el Sumo Pontífice llamó a los políticos argentinos a juntarse “para hacer algo por la patria” y apuntó contra el “internismo propio de los argentinos”.
“Nos encantan las internas a nosotros, sobre cualquier cosa. El internismo nuestro es dañoso, a tal punto que a veces ese internismo es más fuerte que las pertenencias clave”, remató.
“El internismo destruye la filiación política. Vos sos radical, socialista, peronista o lo que sea, pero tenés una filiación política. En cambio, hay una interna y eso resquebraja la filiación política. Y lentamente se hacen diversos sectores adentro del partido que no tienen fuerza política de convocatoria. Entonces pasa lo de Alemania”, advirtió.
El Papa subrayó que “la política es el arte de presentar un proyecto y convencer al otro” y destacó la necesidad de tener “políticos de raza”. En efecto, lamentó que a veces se va perdiendo lo que es esa raza política, que es un servicio y no una fracción electoralista.
Puntualizó que llegan a dar vergüenza los líderes que ya han tenido cuatro “divorcios políticos” y que se presentan como “salvadores de la Patria”.
Acotó que “hay identidades que las tienes o no las tienes”, y aclaró que la pertenencia política o religiosa no es un vestido, un traje o un zapato que se cambia de un día para el otro, sino “es una pasión, la llevas adentro”.
Por último, en la entrevista con C5N, Francisco invitó a cada uno a cuestionarse “cuál es la historia política de cada persona, la identidad, la pertenencia”.
Ultraderecha, salvadores sin historia y un tal Adolfo
En otro fragmento de la entrevista con C5N, el papa Francisco se refirió al avance de la ultraderecha en el mundo y a la aparición de los candidatos antisistema como los “salvadores sin historia”.
“La ultraderecha se recompone, es curioso, se recompone siempre. Porque es centrípeta, no es centrífuga, no crea hacia afuera posibilidades de reforma. La derecha siempre es centrípeta. El antídoto para enfrentarla es la justicia social. Si vos querés discutir con un político o pensador de ultraderecha, hablá de justicia social, hablá en horizontal”, indicó el Papa.
Al hablar de la aparición de candidatos que toman distancia de la “casta política”, recordó lo que sucedió en Alemania al final de la República de Weimar en 1933.
“Presentaron un político nuevo, que hablaba lindo, que sedujo a la gente, que se llamaba Adolfo. Y todo el mundo dijo, bueno, probemos con este, que nadie lo conoce, no conocemos sus raíces, no conocemos sus convicciones. Y todos votaron a Adolfito, y así terminamos”, señaló Francisco en referencia a Adolf Hitler, responsable del Holocausto en el que millones de personas fueron asesinadas o murieron a causa de abusos y malos tratos durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. El 60% de ellos (aproximadamente 6 millones) eran judíos.
“Yo le tengo miedo a los salvadores sin historia. Cuando viene un salvador sin historia, sospechá. Nosotros tenemos un salvador con historia, que se encarnó, se hizo hombre, creció como chico y después lo mataron en la cruz. Mostrame tu carta de identidad histórica, mostrame tu pertenencia. Lo mismo que se le hace a cualquier comerciante cuando abre”, concluyó Jorge Bergoglio.