El próximo 1 de mayo se cumplirá un año del hallazgo sin vida de Luiz Osmar Neis (68), un colono de Paraje Península, cerca de Comandante Andresito. Su hijo fue detenido como sospechoso del crimen, pero fue liberado. Meses después la justicia ordenó la detención de otros dos sospechosos. Lo último que se supo de la causa es que quien había sido aprehendido recuperó la libertad.
Fuentes consultas por este Diario dieron a conocer que el joven de 19 años que había sido arrestado en enero pasado fue liberado, luego que la justicia no pudiera probar cargos. Lo que sucedió fue que los testigos que lo habían incriminado se desdijeron en sede judicial.
Cuando fue ordenado el procedimiento habían demorado a un menor de 17 años, mientras que era intensamente buscado otro joven de 19. El menor, al ser inimputable fue entregado a sus progenitores. La pesquisa prosiguió así contra los dos sospechosos, el detenido y el que estaba prófugo.
Ante la policía, lugareños los habían sindicado como los autores del asesinato del colono. En los allanamientos ordenados por el Juzgado de Instrucción 3 de Puerto Iguazú hallaron un tanque de nafta y bulbos de freno de una camioneta Toyota, hecho que primariamente podía vincularlos con el crimen, puesto que el vehículo de Neis de la misma marca no fue encontrado. Se sospechaba que para robarle lo habían asesinado. Que las partes de la camioneta habían sido llevadas a Brasil y que algunas de esas partes aún las tenían en sus viviendas.
Pero ocurrió que cuando los testigos que incriminaron a los jóvenes se presentaron para declarar en el juzgado y dar así validez a los testimonios brindados a la policía, no lo ratificaron, es decir, no sostuvieron la versión inicial. Tampoco habrían encontrado evidencias incriminatorias en los registros de los teléfonos secuestrados a los sospechosos.
Al no poseer la justicia elementos firmes para incriminar al detenido fue liberado tras dictarle la falta de mérito.
Hallazgo del cadáver
Un vecino de Luiz Osmar Neis había encontrado el cadáver en el fondo del lote en el que el hombre vivía solo. Avisó al hijo, un joven de 29 años y este llamó a la comisaría de Andresito.
Se creía que había salido con su camioneta y por eso no notaron su ausencia en los primeros días. El cuerpo del colono estaba en avanzado estado de descomposición. Tenía las manos separadas del cuerpo presumiblemente a causa del accionar de animales. La data de muerte era de aproximadamente unos seis días.
La autopsia confirmó que había sido herido de un disparo en el tórax. En la vivienda no había desorden y encontraron allí sus tarjetas bancarias.
Una semana después detuvieron al hijo de Neis como sospechoso de la muerte de su padre. Tres meses después al no encontrar evidencia suficiente para incriminarlo lo liberaron aunque quedó supeditado a la investigación.