Tras el motín de detenidos en la comisaría Primera de Posadas y la represión policial que se registraron durante la madrugada del sábado 8 de abril, se iniciaron ayer las averiguaciones para esclarecer lo sucedido y determinar responsables.
El presidente de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura (CPPT), Eduardo Scherer, se presentó ayer nuevamente en la seccional dependiente de la Unidad Regional I, para verificar si las medidas tomadas por la Policía en cuanto a restablecer la calma y las condiciones de encierro preventivo se cumplieron, recabar informes oficiales sobre lo sucedido y las identidades de los detenidos, y ratificar las denuncias que apuntaban al hacinamiento en el sector celdas, el robo de los alimentos en las requisas que les realizan a los familiares y la comida deplorable que corresponde a la cocina del Servicio Penitenciario Provincial.
De fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, se estableció que fueron tres los detenidos con lesiones por la refriega que protagonizó la Dirección Infantería de la Policía, alertada pasadas las 2 del sábado de los incidentes en contexto de amotinamiento que iniciaron ocho hombres en la celda 1 de la comisaría mencionada.
Una voz que solicitó reserva apuntó que la represión fue de tanta violencia que un joven perdió el conocimiento en el choque con los equipos especiales de Infantería. Otros dos sufrieron lesiones en el rostro y el cráneo.
Uno de los heridos fue luego mudado de calabozo a la seccional Tercera de la avenida Uruguay y calle Ambrosetti.
El juez de Instrucción de turno, Marcelo Cardozo, solicitó informes a la Unidad Regional I sobre lo ocurrido para analizar qué posibles delitos se cometieron.
En cuanto a la comida de los detenidos, las fuentes manifestaron que el único cambio o mejora fue que “al agua con sal y colorante rojo de los últimos días le sumaron arroz y zanahorias”, lo que mantiene el interrogante y duda respecto a si este tipo de servicio corresponde al presupuesto que destina el Ministerio de Gobierno al SPP para la preparación y distribución de los alimentos, o existe alguna irregularidad, porque se daba por comprendido en el gasto proteínas como la carne de vaca o pollo.
“Ya ni siquiera polenta envían, solo agua caliente con sal”, se quejaron el sábado cuando este Diario fue alertado de los incidentes violentos e inició las averiguaciones.
Procesos judiciales
Los reclamos de los detenidos no solo apuntan al hacinamiento y la comida, también al maltrato constante de los guardias policiales y a la falta de celeridad de la Justicia de Instrucción para que resuelvan las situaciones procesales.
Sobre este último punto exigieron que los defensores oficiales de la Justicia se acerquen y les expliquen el estado de los expedientes y que los jueces y fiscales determinen medidas concretas. No exigen ser liberados, sino que las causas se definan.
Respecto a la investigación, el Juzgado de Instrucción 1 aguarda los informes y sumarios que puntualicen las lesiones en los detenidos y qué efectivos policiales intervinieron.