Andrés Jorge Gall (19) falleció minutos después de las 7 del 19 de enero, pero desde el 25 de diciembre del año pasado luchó por sobrevivir tras recibir un escopetazo a la altura del pecho y abdomen al intentar interceder cuando agredían a un amigo en el barrio Nuevo de la localidad de Jardín América.
Durante las últimas horas y a poco de que se cumplan cuatro meses de su muerte, el juez Roberto Sena dispuso la prisión preventiva para los dos detenidos, aunque aún no pudieron establecer quién gatilló el arma homicida.
Un hombre de 32 años y otro de 31 son los que permanecen detenidos en la investigación ya que un sujeto de 49 que había sido arrestado al principio, luego fue desvinculado. Justamente en las últimas horas, el juez de Jardín América le notificó a los sospechosos la imputación por “homicidio simple, amenazas y violación de domicilio”, delito que prevé una pena de entre 8 y 25 años de prisión según el artículo 79 del Código Penal Argentino.
El hecho ocurrió el 25 de diciembre alrededor de la 1, afuera de una vivienda del barrio Nuevo. La víctima preparaba comida según confió su padre y en determinado momento un vecino y amigo le solicitó ayuda porque un grupo de personas quería agredirlo y pretendía ingresar a la fuerza a su casa, ubicada a pocos metros de la de Andrés.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que Gall salió al cruce para observar qué sucedía con su amigo y regresó a los pocos minutos tomándose el abdomen y con sangre en las manos.
Finalmente, el joven cayó desplomado en el hall de su domicilio y allí fue que advirtieron que tenía una herida en la zona del tórax y abdomen con orificio similar a la de herida de bala, que luego se supo era calibre 28 milímetros y de escopeta.
Inmediatamente lo llevaron al hospital local y luego fue derivado a Posadas donde permaneció internado hasta el 18 de enero cuando falleció.
La causa que hasta ese entonces era investigada como “lesiones graves” pasó a “homicidio simple”. Respecto al arma homicida, no fue encontrada en los diversos allanamientos dispuestos por el juez instructor.
En principio, y de acuerdo a los resultados de la autopsia, el arma con la cual dispararon a Gall fue una escopeta calibre 28 milímetros, con la que le perforaron la panza y los perdigones también dañaron el pecho y zonas vitales de la víctima.
Justamente, antes de ser asistido, Gall habría mencionado el apodo del supuesto agresor quien respondería al alias de “Pila” quien fue detenido tras el hecho. Las investigaciones luego derivaron en que un joven conocido como “Minera” también podría tener relación. Hoy ambos están con prisión preventiva y más cerca de llegar a juicio oral por “homicidio”.