Un nuevo caso de abuso sexual comenzó a debatirse ayer en el Tribunal Penal de Oberá contra un hombre de 66 años. Las víctimas eran dos menores que tenían 9 años al momento que el hecho fue denunciado.
En septiembre del 2020 la Dirección de la Niñez de la Municipalidad de Mojón Grande se presentó en la Comisaría de la Mujer para que investigaran a un changarín por una presunta situación de abuso que cometía al menos contra dos niñas. La causa avanzó e hizo que esa persona se sentara ayer en el banquillo.
La audiencia comenzó a las 8.30 y declararon ocho testigos ante el tribunal conformado por los magistrados Francisco Clavelino Aguirre, José Pablo Rivero y Horacio Paniagua.
Por planteos realizados por Roberto Bondar, el defensor del acusado, los jueces llamaron a un cuarto intermedio. Pasado el mediodía regresaron a la sala y comunicaron que se posponía la continuidad del debate para el próximo jueves 20, para que las partes dieran sus alegatos y posteriormemte se leyera la sentencia.
El hombre está acusado del delito de “abuso sexual con acceso carnal”. De ser hallado culpable podría caberle una pena de hasta 15 años de prisión.
Según se conoció oportunamente de la investigación, alrededor de las 21 del sábado 5 de septiembre del citado año, un familiar de dos menores de 9 años fue a la comisaría a denunciar la desaparición.
Los efectivos comenzaron con la búsqueda y al día siguiente a las 11 encontraron a las niñas en la vivienda del sospechoso.
Por protocolo fueron revisadas por una médica policial y al menos en una de ellas detectaron signos de abuso sexual. Por orden de la jueza Selva Raquel Zuetta el sospechoso fue aprehendido.
En principio las menores quedaron al resguardo de una hermana mayor, puesto que en ese momento llegó a sospecharse que la madre podría haberlas entregado. Esta medida fue ordenada hasta que la progenitora fuera a declarar como testigo en la causa.
Esta situación tuvo su correlato en la audiencia de ayer en el Tribunal, puesto que intentaba esclarecerse si las niñas realizaban tareas de limpieza en la casa del hombre, todo esto presuntamente con conocimiento de la madre.
A su vez, en la etapa de recolección de pruebas buscaban dilucidar si hubo más víctimas.