Aunque hay una herencia cultural de Oriente, la cultura japonesa es conocida por distintas características. Para abreviar podemos decir: que revela una cierta gracia interior, en oposición al esplendor exterior.
El sentido de la belleza característico del japonés, es definido en conceptos tales como, “elegancia refinada, pathos de la naturaleza, un hacer tranquilo y elegante sencillez”, que sugiere un mundo en armonía estética y emocional.
La cultura japonesa hoy día es diferente, es el resultado de la conjunción de encuentros entre lo tradicional japonés y las culturas extranjeras, estas últimas fueron absorbidas y transformadas armoniosamente, fundiéndose con la primera. Podríamos decir que una de las características de este proceso fue la flexibilidad y apertura hacia las culturas extranjeras, ajustándolas a las necesidades japonesas.
“Cultura” es una expresión general que involucra el saber, religión, arte, que a su vez puede dividirse en literatura, bellas artes y música, por lo tanto, es difícil generalizar cuando se habla de cultura japonesa.
Se han realizado críticas en varios sectores de Japón contemporáneo, en el sentido que los japoneses se exceden al asimilar y adoptar la “civilización materialista y mecanizada de Occidente”, con el resultado de perder gran parte de sus tradiciones. Reconocen en estas críticas, la ola de destrucción de la belleza natural a causa de la gran contaminación ambiental.
Esta es una simple aproximación de la riqueza y multiplicidad de las distintas expresiones del arte, la religión y la constitución de diferentes estados feudales hasta la modernidad del Japón. Por este motivo los sectores que presentan críticas, además de entender el proceso de este declive, trabajan para incorporar el estudio de la historia japonesa en las cinco épocas diferentes: Edad Arcaica, Edad Antigua, Edad Media, Edad Premoderna y Edad Moderna.