En lo que va de mayo no hubo un solo día sin lluvia en la provincia y, según la Dirección de Meteorología y de Prevención de Riesgos Naturales, las lluvias y tormentas continuarán hoy y el domingo.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el meteorólogo y director de la OPAD, Favio Cabello, anticipó que “las lluvias acaban de empezar” y anticipó un año con un período de precipitaciones muy extenso.
Tanto que advirtió el riesgo de inundaciones similares a las registradas en el litoral argentino en 1982/1983 y el de 1997/1998.
“Hay un 90% de posibilidades que volveremos a tener una situación similar o quizás peor que en 1983 y 1998” advirtió el especialista en cambio climático y gestión de riesgo al tiempo que observó que “al menos tenemos ahora la represa Yacyretá que nos permite regular el nivel de agua, pero de Ituzaingó para abajo se va a inundar el Litoral, como pasó en esa época y hasta puede ser peor”.
Según indicó, “claramente abandonamos ‘La Niña’ y entramos a ‘El Niño’… estas lluvias recién empiezan. Los climatólogos están hablando de un Niño tan poderoso como el del 1982/83 y el de 1997/98”.
Qué es “El Niño”
Según explicó Cabello, en la actualidad, las aguas del océano Pacífico frente a Sudamérica están increíblemente más calientes, entre 7 y 8 grados por encima de lo normal, y eso nunca se había producido antes. “Esto genera cierta alarma en la comunidad científica por el comportamiento de este Niño tan raro porque su formación fue muy abrupta. Generalmente, las niñas y los niños tienen un comportamiento hacia el enfriamiento o el calentamiento de manera paulatina y progresiva, pero por primera vez en la historia registrada por los científicos, pasamos de una Niña en febrero a un Niño en mayo de forma abrupta, con un calentamiento muy rápido de las aguas”, advirtió.
El fenómeno de “El Niño” dura entre ocho y doce meses. Por eso Cabello explicó que “no estamos hablando de unas semanas de precipitaciones sino de un período mucho más extenso”.
En la actualidad, “estamos viendo cómo pasan las burbujas de humedad desde el océano Pacífico hacia nosotros y estas burbujas eclosionan sobre esta región de Sudamérica causando más lluvias. Esto puede verse en la imágenes de satélites, donde se observa cómo la nubosidad tiene una orientación oeste-noroeste y este-sudeste y avanza desde el Pacífico hacia el Atlántico atravesando el Norte argentino. Estas son burbujas de humedad proveniente de un Pacífico mucho más caliente que lo normal, que es lo que causa el fenómeno del Niño”, detalló.
Un Niño aún más poderoso en gestación
Cabello indicó además que “ahora estamos con un Niño costero, porque las aguas calientes del Pacífico entran a Sudamérica y causan consecuencias sobre esa región. Pero el Niño global, que está en formación, tiene que ver con aguas calientes sobre el océano Pacífico Ecuatorial, es decir que se extiende desde Sudamérica a Oceanía atravesando el Ecuador. A diferencia del Niño costero que solo afecta a Sudamérica, el Niño global afecta a todo el mundo. Este Niño global todavía no comenzó pero ya está en gestación”, advirtió.
Según el informe de la OPAD, la probable formación de este evento climatológico podría hacer que en algunos lugares del planeta se rompan récords de calor registrados y su impacto podría ser calamitoso.
Lo que pasó hasta el momento, como el inusual ciclón Yaku en las costas de Perú y Ecuador, estará seguido de un fenómeno completo al que los científicos y meteorólogos internacionales ya llaman el “Niño Poderoso”.
Por su parte, según refleja la OPAD en su página web “científicos contactados por el medio de comunicación londinense BBC News se mostraron herméticos y reacios a hablar con mayor detalle sobre las implicaciones de este inexplicable fenómeno global, pero uno de ellos dijo estar “extremadamente preocupado y completamente estresado”.
En mayo, la superficie del mar alcanzó un nuevo récord de temperatura, pero lo que más llamó la atención es que nunca se había calentado tanto ni tan rápido. Hasta el momento no se sabe la causa de este evento; pero la preocupación asociada a otros fenómenos meteorológicos, prevén que la temperatura mundial pueda alcanzar un nivel sumamente inquietante a finales del próximo año.
