El lanzamiento del Condominio Costa Arena se realizó en la tarde noche del viernes y contó con la presencia de inversores, clientes, proveedores del rubro e invitados especiales, ante quienes se describieron los componentes, el diseño, los beneficios estructurales y amenities, entre otros; además de enumerar las bondades del estratégico lugar donde se erige el proyecto, sobre la ribera del río Paraná, en el municipio de Garupá.
Antes de descubrir la maqueta de lo que será este desarrollo inmobiliario más vanguardista e innovador en el mercado regional, la empresaria Celia Kozachik dio la bienvenida y agradeció a invitados y amigos llegados desde la provincia de Corrientes, desde Encarnación (Paraguay), de Posadas y distintas localidades del interior de Misiones. “Gracias por venir. Gracias por acompañarnos. Gracias por darnos la confianza y apostar a este nuevo proyecto”, dijo. Y enseguida contó sobre el nacimiento de este emprendimiento que tiene que ver con una vivencia que involucra a su pequeña hija Martina.
Genaro Aversa agradeció a todo el grupo que compone el equipo de trabajo, “que lo que más valoro, más allá de los inversores. Entiendo que todo, con esfuerzo y con ganas se puede hacer muy bien. Ahora tenemos que tratar de concretar este sueño que anhelamos”, manifestó.
Gabriel Moya agradeció al área técnica de la Municipalidad de Garupá, porque es ahí donde comienza el sueño, en el papel, y luego pasa la formalidad. Aseguró que la ubicación de “este lote es única, la vista es única, y lo que pensamos es en desarrollar una estructura que no se vaya en altura, sino que se aterrase y, que, en definitiva, nos dé una impronta distinta. Esto significa una llegada y un paso importante para la ciudad y nos brinda a nosotros el orgullo de poder haber generado un proyecto de estas características”.
Residencia de clase
El edificio Costa Arena, de siete pisos, se ubica frente al río Paraná, a tan solo 15 minutos del centro de la capital de la provincia y a escasos kilómetros de los balnearios Costa Sur, Playa de Fátima y Balneario de Garupá, situados sobre el mismo cauce. Se desarrolla en dos subsuelos de 124 cocheras fijas cubiertas, y planta baja ingreso a Hall de distribución con sector de esparcimiento. Desde el primer piso al cuarto, se destaca el sector de residencias compuesto por 70 unidades funcionales de, uno, dos y tres dormitorios de diseño.
En el quinto piso sector se ubican los amenities (salón de usos múltiples flexible, cada ala posee una piscina, más un sector de esparcimiento con vista al río). Tendrá accesos peatonales independientes, un hall de entrada con amplio recibidor, y locales comerciales de dos niveles con vista al majestuoso Paraná.
“Tomar mates mirando al río”
Celia contó que desde muy pequeña traía a este sitio a su hija Martina, para que comiera moras que sacaban de dos plantas que crecen en la pendiente. Todos los años hacían exactamente lo mismo. Un día, cuando empezaba a leer, la niña vio el cartel inmenso que decía: “vendo”, y dijo a su madre: “Mamá, no vayas a vender, por favor, no lo vendas”.
Celia le responde, “¿y qué querés, qué te gustaría hacer acá? Le dijo: mamá por qué no haces un edificio con balcones para tomar nuestro mate. Le digo: uy, ¡qué futurista! y agregó: y vamos a pedir que pongan todo arena en el frente, así tenemos una playa propia”.
Empezaron a venir algunos inversores, pero lo que le dijo su hija, le resonaba en la cabeza y siempre encontraba alguna excusa para no concretar el negocio.
Un día se propuso hacer un inmenso salón de fiestas y cuando el proyecto iba tomando forma, se vino la pandemia, por lo que se volvió a posponer. Se volvió a poner el cartel de “en venta” y , nuevamente, llovieron ofertas.
Un día recibió varios llamados, entre ellos el de Genaro Aversa. A los quince días vino Gabriel Moya y “me mostró lo que ustedes tienen en sus manos, era exactamente igual a lo que Martina me había pedido. Mi familia no lo sabía, les mostré esta mañana. Era el edificio con el balcón para tomar nuestro mate, mirando al río. Cuando me mostraron los planos dije sí, esto es lo que queremos, esto es lo que mi hija soñaba. Espero que Costa Arena les brinde la calidez porque desde los cimientos empezamos con mucho amor y mucho cariño, y en familia, se armó esto, de a poquito. Ahora es algo gigante, algo cierto y verdadero”, señaló emocionada.
