La vida va sucediendo y en algún momento nos preguntarnos: ¿qué sentido tiene nuestra existencia?
Vivimos el día a día tan rápido que no tenemos tiempo para pararnos a pensar en nosotros mismos, en lo que somos, en realidad: ¿por qué vivimos?
El psiquiatra y escritor Viktor Frankl estuvo preso en un campo de concentración de Auschwitz y esa experiencia traumática le ayudó a realizar una profunda reflexión sobre el sentido de vida, que lo inspiró para escribir su libro: “El hombre en busca de sentido”.
El doctor Frankl sostenía que la vida tiene sentido en cualquier circunstancia porque en situaciones de sufrimiento y de adversidad –si una persona es capaz de darle sentido a lo que le sucede-, puede convertir su tragedia en un logro, en una forma de superación.
Muchas veces tratamos de encontrar un propósito haciendo cosas, tareas, sirviendo, estudiando, todo eso está genial, pero otra vez nos estamos ocupando para ¡no sentir! Muchas veces nos da miedo sentir ese vacío.
El sentido de nuestra vida no está afuera sino dentro nuestro, ¡ahí hay que buscar! Preguntarnos: ¿Quién soy? Buscar para descubrirnos.
Esa pregunta me llevó a escribir mi libro, conocernos a nosotros mismos es un camino de ida, una vez que lo iniciamos no tiene retorno.
Comenzar a valorarnos es la base para conocer el sentido de nuestra vida. Cada uno de nosotros escribimos nuestra propia historia, decidimos cómo sentirnos frente a determinadas situaciones y configuramos día a día nuestra existencia. Pero quizás el secreto sea detenerse y hacerse preguntas que nos muestren qué es lo más importante para nosotros.
“Considero el ritmo acelerado de la vida actual como un intento de automedicación, aunque inútil, de la frustración existencial. Cuanto más desconoce el hombre el objetivo de su vida más trepidante ritmo le da”, Viktor Frankl.
Hoy podés preguntarte: ¿Qué es lo más importante de mi vida? Si supieses que vas a morir dentro de tres meses ¿qué dejarías de hacer?
¿Cómo soy realmente, quién soy?
¿Cómo me siento ahora mismo?, ¿estoy satisfecho con la persona que soy hoy?
¿Qué me impide cambiar?, ¿me siento dueño de tu propia vida?
¿Qué me hace feliz?, ¿dónde encuentro paz y plenitud?
Es un acto de valentía ser conscientes de lo que queremos cambiar de nosotros mismos y comenzar el trabajo de convertirnos en quienes queremos ser.
Bendiciones.