No porque no haya tenido solución durante los últimos gobiernos deba apartarse de la agenda de debate y hoy, a poco de conocerse un nuevo dato, conviene volver a hablar de inflación. Mañana por la tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril, un número que, se espera, tendrá como piso siete puntos porcentuales, cerrando un cuatrimestre difícil de olvidar y asegurando una interanual histórica.
En las últimas horas se conoció un informe del Banco Mundial que pone al país al tope de los más inflacionarios cuando de alimentos se trata. Según el informe de Seguridad Alimentaria que elabora el (BM), Argentina se ubica segunda con un 107% anual.
Varios años de alta inflación esmerilaron los salarios de los argentinos en general, pero los elevados costos de los alimentos complican enormemente a los sectores más humildes que dedican casi todos los ingresos a cubrir ese rubro.
El ranking del Banco Mundial, que midió enero-abril de este año, pone al tope de los diez primeros a El Líbano. Por debajo quedaron Argentina, Zimbabwe, Irán, Turquía, Egipto, Surinam, Ruanda, Laos y Ghana. Cabe destacar que el documento advierte que Venezuela no forma parte del relevamiento porque el organismo sólo utiliza estadísticas de aquellos países que cuentan con datos disponibles.
Pero volviendo a la situación de Argentina y su inflación de alimentos, es de destacar también un reciente estudio realizado por el Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). El mismo afirma que una familia tipo con dos trabajadores en el sector privado informal obtiene casi la mitad de los ingresos que otra con trabajos registrados formales.
Señala el informe que las familias (tipo), con dos ingresos (jefe de hogar y segundo ingreso) que trabajan en el sector informal necesitaron trabajar catorce días para adquirir una Canasta Básica Alimentaria mientras que para cubrir la Canasta Básica Total, necesitaron 31 días.
Muchos piensan y dicen que, al no tener solución mediante las técnicas aplicadas, no tiene sentido debatir sobre un problema como el de la inflación. Sin embargo, analizar el fenómeno a fondo y con perspectiva permitiría generar herramientas fiables y efectivas a la espera de un Gobierno serio que realmente enfoque sus esfuerzos a solucionar ese aspecto de la crisis económica.