El “operativo resistencia” ya estaba en marcha desde bastante antes de que las urnas hablaran hace ocho días. Por ese motivo, la derrota del pasado 7 de mayo, lejos de apagar las pretensiones de controlar el Municipio, hizo que Mabel Cáceres acelerara el “plan b”, lo que despertó la preocupación de los vecinos.
Es que la actual diputada buscaría quedarse con el control de la cooperativa de agua de esa ciudad, en una asamblea que tendrá lugar mañana en la entidad.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron a este medio que, tras caer en los comicios municipales, se vio a la legisladora y a militantes de ella en los barrios, ofreciendo pagar boletas de servicio, bajo la condición de que concurran a la asamblea y voten por la lista que ella impulsará.
La fecha de la convención no es casual. De acuerdo a lo que pudo reconstruir este medio con varias voces, fue puesta a pedir de Cáceres, contemplando una posible derrota en los comicios, tal como terminó ocurriendo, pese a que se estaría violando el estatuto, que establece que se debe realizar dentro de los primeros cuatro meses del año (enero-abril).
Este Diario dio cuenta en varias oportunidades de las deficiencias que tiene el servicio de agua en Santo Pipó. El temor de los vecinos es que se profundicen aún más si es que Cáceres toma el control de la cooperativa para usarlo con fines políticos.
Una dura derrota
El 7 de mayo, Cáceres, quien gobernó Santo Pipó entre 2007 y 2021, fue derrotada por la actual jefa comunal, Claudia Acuña, quien desde que asumió hace dos años se despegó de la exalcalde.